Se trata de un caso que causa estupor por el grado de violencia empleado por los dos jóvenes mayores de edad y los cuatro menores que están acusados de haber acuchillado a Daniel Roberto Quinteros el día jueves 7 de diciembre en un edificio en estado de abandono de la calle Acigami al 1.800 en Ushuaia. Quinteros se encontraba con su esposa, María Quintetos, durmiendo en ese lugar cuando fueron sorprendidos por los atacantes. Ambos habían arribado desde la ciudad de Río Grande en busca de trabajo, pero estaban listos para regresar debido a que no habían podido más que mantenerse con pequeñas ventas ambulantes.

Según se pudo saber, luego de una discusión acalorada Quinteros fue acuchillado repetidas veces y luego arrojado desde la planta alta a la vereda, en donde personal policial y sanitario lo encontró agonizante. Al ingresar a la guardia le diagnosticaron fractura nasal y craneana, pérdida del ojo izquierdo y herida abdominal con evisceración. Debido a su extrema gravedad fue inducido a coma farmacológico, asistido con un respirador mecánico y alojado en la Unidad de Terapia Intensiva.

El personal del servicio externo de la comisaría 1era, en tanto, logró localizar a los seis jóvenes en la esquina de las calles San Martín y Belgrano, siendo identificados y detenidos los dos mayores: Walter Alexander López, de 28 años de edad, oriundo de la localidad misionera de Posadas y también habitante irregular del edificio en el que se produjo la agresión y Ezequiel Jeremías Gómez Avila, de 18 años de edad. Los cuatro restantes, dos chicas y dos hermanos varones de 15 y 17 años, fueron entregados a sus padres con custodia policial domiciliaria e intervención de la comisaría de Género y Familia. Todos se encuentran incursos en una causa que está caratulada como “tentativa de homicidio”.

Trasladado

Luego de 13 días de permanecer alojado en estado desesperante en la UTI del Hospital Regional Ushuaia, los profesionales del sector lograron que Daniel Quinteros tuviera algunas mejorías y pudiera permanecer en estado de conciencia. Con las heridas suturadas, la visión limitada a un ojo y un traqueostoma que le impide hablar, el hombre oriundo de Río Grande cuenta actualmente con mayores chances de sobrevivir, aunque continúa grave y con un pronóstico de recuperación muy prolongado. En una ambulancia, el día martes último fue derivado al Hospital Regional Río Grande en donde esperará poder ser intervenido quirúrgicamente a raíz de un severo trauma urológico producto de uno de los cortes infligido por sus atacantes.