Una mujer identificada como Gloria relató el angustiante momento que vivió al llegar a su domicilio en Piedrabuena 1100, pleno centro de la ciudad, donde encontró su casa completamente desordenada tras haber sido víctima de un robo.
Según su testimonio, el incidente ocurrió cuando regresaba de su trabajo, luego de realizar unas compras. Al ingresar, notó que todas las pertenencias estaban tiradas y escuchó ruidos provenientes de la planta alta. Inicialmente, creyó que se trataba de su mascota, pero al revisar junto con su marido, descubrieron que un intruso estaba escondido en el lugar.
Fue la policía, alertada por Gloria, quien encontró al ladrón: un adolescente de tan solo 15 años escondido debajo de una cama. El joven, que resultó ser vecino de la víctima, fue aprehendido en el lugar.
“La casa estaba como si hubiera pasado un ciclón. Todo tirado, todo pisoteado. No podía creer lo que veía. Pensé que era mi gato, pero no, era alguien más”, expresó Gloria, todavía conmocionada.
La policía actuó rápidamente, enviando dos patrulleros que lograron detener al menor. Sin embargo, el episodio dejó secuelas emocionales en Gloria y su familia. “No puedo dormir tranquila, tengo miedo. Saber que era un vecino lo hace aún más doloroso. La madre del chico no quiso hacerse cargo, dijo que lo hiciera el padre. Esto no debería pasar”, agregó entre lágrimas.
La víctima también expresó preocupación por la inseguridad y las posibles consecuencias de que un menor cometa este tipo de delitos. “Hoy me tocó a mí, pero mañana puede ser un abuelo o alguien más vulnerable. Esto no puede seguir así”, concluyó.
El caso ha abierto nuevamente el debate sobre la responsabilidad penal de menores y la necesidad de reforzar la seguridad en los hogares. Las autoridades locales aún no han emitido un comunicado sobre las acciones legales a seguir en este caso.
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