Existía un fuerte malestar entre los apoderados de los partidos políticos de la oposición por el nuevo sistema de recuento provisorio de los votos que quería implementar el Gobierno. Frente a este reclamo, la Cámara Nacional Electoral resolvió fijar procedimientos para resguardar la seguridad de la votación.
Cómo estaba el panorama. El Gobierno había fijado que esta vez los telegramas del recuento provisorio de la elección se escaneen en cada una de las escuelas en que se vota. Y que una vez que se escaneen, se les dé una copia a los fiscales de esa acta. La oposición se preguntaba quién custodiaría la urna mientras el presidente de mesa lleva el telegrama hasta el escáner; y no querían llevarse una copia sino una nueva acta con los cómputos.
Qué se resolvió. Si bien la Justicia no tiene funciones ejecutivas, es la encargada de dictar capacitaciones para presidentes de mesas, fiscales y funcionarios del correo que intervienen en el proceso de recuento. De esa manera, pueden instruirlos de cómo es el método “más seguro” a la hora de contar los votos. La Cámara, en una acordada entre los jueces, dispuso cómo debería ser el procedimiento.
El Presidente de mesa completará el acta de escrutinio. Y la firmará junto con el vicepresidente y los fiscales. Y será el responsable de resguardarlo.
Inmediatamente tiene que transcribir los resultados del acta de escrutinio al telegrama que se usará para el recuento provisorio. Y firmarlo con el vice y los fiscales, “entregándolo lo más rápidamente posible al correo”. El presidente de mesa tiene que quedarse siempre custodiando las urnas. (Justamente este era el reclamo que hacía la oposición; planteaban que si el presidente de mesa tenía que ir a llevar el acta, no había quién custodiara la urna).
Luego, hace el certificado final que se incluirá en la urna que enviará el correo a la Justicia electoral. Con esa acta se hará el recuento final.
Se hace un acta de escrutinio para cada fiscal presente, copiado del anterior. Con ese papel, el fiscal podrá hacer el reclamo en caso de que aparezcan diferencias en los cómputos.
Por qué es importante. En las últimas dos elecciones hubo serios problemas a la hora de informar los resultados provisorios (que son los que se conocen el día de la elección a la noche). En 2015, se empezaron a conocer datos 6 horas después; en 2017 no se conoció el resultado final hasta muy avanzada la madrugada. Los cambios tecnológicos apuntan a darle celeridad al recuento.
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