Política monetaria y cambiaria
El Fondo siempre estuvo a favor de un tipo de cambio libre y contrario a la apreciación. En el último informe señala que, tras la macrodevaluación inicial, el tipo de cambio real ha tendido a converger a su nivel de equilibrio.
Podría interpretarse que el FMI no quiere que el peso siga apreciándose y aquí se presenta una discrepancia en cuanto a las proyecciones de inflación. El organismo internacional cree que el índice de precios tenderá a ubicarse en torno de 4% mensual hacia fin de año, pero el Palacio de Hacienda anticipa que se acercará al 2% convergiendo con la pauta de devaluación.
En el entorno del ministro de Economía, Luis Caputo, se comenta que la reformulación del esquema se podrá implementar recién en el marco de un nuevo programa con el Fondo, que ya se ha comenzado a negociar ya que el actual vence en noviembre.
El tema fue conversado por Milei con la directora gerente del FMI, Kristalina Giorgieva, en el contexto de la reunión del G7 que tuvo lugar días atrás en Italia. El Presidente planteó su intención de suscribir un nuevo acuerdo, que debería venir acompañado de fondos frescos.
En la Casa Rosada se comenta que, una vez que se haya logrado un nuevo acuerdo con el FMI, el Banco Mundial podría acompañar el proceso otorgando importantes créditos, según lo conversado por el primer mandatario con el titular del Banco Mundial, Ajay Banga, también en el encuentro del G7.
Liberación del cepo al dólar
En el último Staff Report se señala que, hacia fines de julio, el Ministerio de Economía deberá informar sobre cuál será el esquema de la conducción para liberar el cepo cambiario.
Fuentes oficiales revelaron que a fin de julio se presentará un framework (una hoja de ruta) que explicitará como será progresiva liberación de las restricciones cambiarias.
Otro punto no menor es que en ningún momento el informe hace referencia a la dolarización. En cambio, destaca que los técnicos del Fondo “reciben con agrado la intención de realizar una transición a un nuevo régimen monetario que implicaría “competencia de monedas”, aunque es necesario seguir trabajando para definir algunos de los fundamentos clave”.
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