Máximo Kirchner declaró un patrimonio de $400 millones en 2020, una cifra anclada en la herencia de su padre, el ex presidente Néstor Kirchner. Los activos del diputado nacional crecieron un 37% en comparación con el año anterior principalmente por la diferencia de valuación de sus plazos fijos en dólares. Su crecimiento patrimonial, sin embargo, es mínimo si se tiene en cuenta que la inflación acumulada del mismo período fue del 36% anual.
El jefe del bloque kirchnerista en Diputados declaró ante la Oficina Anticorrupción (OA) una herencia de 2.848.072 dólares repartidos en dos plazos fijos en el país, el mismo monto que repite de manera invariable en los últimos años. Esos plazos fijos en dólares representaron, según la cotización oficial al cierre del 2020, una equivalencia de 239.095.683 pesos.
Por mantener esos depósitos en moneda extranjera, Máximo Kirchner incrementó su patrimonio en $69 millones durante el año pasado ante la devaluación del peso. Sólo con esos depósitos bancarios, el diputado superó el piso de los $200 millones que impuso el Frente de Todos para aprobar el impuesto extraordinario a la riqueza en el Congreso, que el propio legislador votó y pagó.
El diputado también detalló que percibe “derechos reales”, es decir, dinero heredado por un total de $12.838.079. También informó dos vehículos que valuó en $1.237.500, aunque no detalló la marca ni el modelo de los mismos.
Las propiedades
Al patrimonio de Máximo Kirchner hay que agregarle 27 propiedades, la gran mayoría también como parte de la herencia de su padre y de una donación realizada por su madre tanto para él, como para su hermana, Florencia Kirchner. Cristina Kirchner les entregó a sus hijos todos sus bienes en 2016 para evitar embargos cuando comenzaron a multiplicarse las causas por presunta corrupción en su contra.
Las propiedades declaradas por Máximo Kirchner sumaron $122.521.365 en 2020 -con valuaciones fiscales-, casi todas ubicadas en la provincia de Santa Cruz. El hijo de la actual vicepresidenta informó ser dueño del 100% de una casa en Río Gallegos y de un lote en Calafate, y del 50% -junto con su hermana- de otras 5 casas, 10 departamentos en Río Gallegos, 2 departamentos en Capital Federal, 3 locales y 5 terrenos en Calafate.
El legislador declaró tener participación accionaria en las sociedades familiares. Informó acciones en Hotesur SA -la sociedad dueña del hotel Alto Calafate- por $10.151.867 y otra inversión en Los Sauces SA de $6.667.337 más un crédito para cobrar de esa firma por $1.148.511.
Máximo, junto a su hermana Florencia y su madre están procesados en las dos causas que involucran a estas dos empresas familiares, que ya fueron elevadas a juicio oral pero aún no tienen fecha de inicio. Están acusados junto con su madre de presunta asociación ilícita y lavado de activos. La sospecha judicial es que esas sociedades fueron utilizadas por la familia Kirchner para lavar dinero proveniente de coimas en la obra pública, principalmente, y que habrían sido pagadas, entre otros, por los empresarios Lázaro Báez y Cristóbal López, beneficiados con contratos y licitaciones con el Estado.
Pero más allá de sus inversiones en esas compañías, Máximo Kirchner detalló deudas con Hotesur SA por $5.259.051 y con Hotelera Patagonia SAS por $1.827.000, esta última, una firma que explotaba el hotel Las Dunas (Santa Cruz), propiedad del “Condominio Máximo Carlos Kirchner y Florencia Kirchner”. También mantenía a fines de 2020 una deuda con la Administración Federal de Ingresos Públicos por $1.850.694.
Por último, el hijo de Cristina Kirchner aseguró que sus “gastos personales” durante 2020 fueron de $1.299.007, es decir, unos $108.300 por mes.
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