El INADI recibió este 20 de diciembre la denuncia formal contra Héctor Alberto Pauli, pastor de una iglesia evangélica de la ciudad de Río Grande, quien en la segunda mitad del mes de noviembre de este año, en un culto al que asisten un número importante de seguidores, y luego la publicación en redes sociales de la misma iglesia que lidera, apuntó contra la comunidad LGBTI, lo que fue repudiado desde diferentes sectores de la comunidad y del país, que militan y luchan en favor de los derechos humanos de todas las personas.

En esta oportunidad, quien radicó la denuncia formal es Ema Bejarano integrante de la organización “De Igual a Igual”, y la Colectiva Feminista de Río Grande.

Como elementos de prueba se presentaron un DVD con el video de Pauli, como así también material de las redes sociales con los comentarios xenófobos y misóginos que se reprodujeron a partir del video emitido por la misma red social de la iglesia.

Bejarano viajó acompañada de la concejal Verónica González, quien en su carácter de edil de la ciudad de Río Grande, y en función de lo estipulado en la Carta Orgánica Municipal, como así también la propia Constitución Nacional, debe promover y garantizar la igualdad real entre las personas.

En el INADI, Bejarano y González, fueron recibidas por Araceli Ferreyra, donde además de la denuncia concreta, dialogaron sobre la sanción de la Ley Micaela, sancionada en la jornada de ayer.

Se estima que en las próximas horas, sean recibidas por la senadora Ana Almirón.

¿Cuáles fueron los dichos de Pauli?

El pasado 20 de noviembre se había desatado la polémica, en principio, mediante las redes sociales, primer lugar en donde circuló el video de la iglesia evangélica, en el que Héctor Pauli, brinda su discurso a los seguidores.

“Es el tiempo donde la iglesia se tiene que levantar”, había dicho Pauli, a la vez que llamó a la comunidad cristiana a involucrarse con las cuestiones políticas “porque después los diputados hacen las leyes, los senadores hacen las leyes, los legisladores provinciales hacen las leyes” y por ejemplo “los concejales de Río Grande nos metieron un cupo trans”, enfatizó.

En ese momento y a fin de graficar su posición, Pauli habló de un acto al que asistió “las personas que estaban ahí: lesbianas, travestis, gente que apoya el aborto, gente que votó la ordenanza del Derecho del niño por nacer, y hablando de su preocupación por los niños. Me dio rabia, me dio impotencia me dio bronca, me dio asco, me dio todo”.

“¿Por qué están ellos ahí? ¿Por qué los travestis?, ¿Por qué las lesbianas? ¿Por qué los gays? ¿Por qué ellos están ahí con todo lo que tiene que ver con los niños?”, se preguntó.

En otro tramo de esa alocución de Pauli, defendió justificó, por ejemplo, la elección de Jair Bolsonaro como nuevo presidente de Brasil y remarcó “alguna vez hay que poner a los hijos de Dios en esos lugares, porque un hijo de Dios no te va a sacar un cupo trans, no te va a votar a favor del aborto, no va a estar a favor de la ideología de género. Un hijo de Dios va a cumplir los principios de la palabra”.