Sesenta kilómetros y 30 minutos de helicóptero son los que separan a la costa de Río Grande, en la provincia de Tierra del Fuego con Fénix, el proyecto de extracción de gas offshore más austral del mundo. Allí, rodeados de un fuerte viento marítimo y las últimas ballenas de la temporada que se dejan ver en los alrededores, trabajan unas 150 personas.
Tras más de dos años de construcción y desarrollo, finalmente Fénix entrará en acción en tres partes y será un pozo por vez. El primero, que se pondrá en funcionamiento a mediados de septiembre, procesará un total de 1 millón de m3/día de gas. Una vez que el proyecto comience a operar normalmente -se calculan 70 días por pozo-, la energética proyecta que la productividad máxima del yacimiento (es decir, 10 millones de m3/día) se extenderá por tres años.
Luego, al igual que el resto de los yacimientos hidrocarburíferos, irá perdiendo productividad. Sin embargo, el año que viene, ya se evitará la importación de 15 buques de GNL durante los meses de invierno. De esta forma, la francesa pasará a operar el 33% de la producción de gas de la Argentina.
TotalEnergies, particularmente, opera un total de 33 millones de m3/día de gas. Aproximadamente 16 millones de m3/día provienen de sus proyectos ubicados en Tierra del Fuego (Aries, Carina, Vega Pléyade y, pronto, Fénix), mientras que la otra mitad de la operación está en Neuquén. A su vez, alrededor del 40% de este total es propio de la compañía. Esto es, unos 14 millones de m3/día (de los 33 millones que opera diariamente) y exporta un 10% de su producción a Chile.
No obstante, se trata de inversiones muy rentables que, según comentaron fuentes de la francesa, se recuperan en tres o cuatro años y tienen un interés superior al 15 por ciento.
Hoy, el consorcio de las tres energéticas opera el complejo de gas costa afuera más importante del país, que provee un total de 17 millones de m3/día de gas al mercado local. Esto representa un 13% de la producción a nivel nacional.
A su vez, cuenta con 100 pozos y cinco plataformas (actualmente en operación, ya que Fénix sería la sexta) que producen 17 millones de m3 de gas (representa un 12% de la producción diaria de gas del país). A su vez, posee dos plantas en Tierra del Fuego, una de tratamiento de líquidos (Rio Cullen) y otra de tratamiento de gas (Cañadón Alfa) y su capacidad de producción es de 23 millones de m3/día de gas.
Cómo funcionará Fénix
La plataforma pesa unas 4000 toneladas y se construyó en dos partes en el astillero de Rossetti Marino, en el puerto de Rávena, Italia. La base se colocó en primer lugar en el fondo del Mar Austral Argentino y, luego, mediante barcos que miden más de 300 metros, se llevó la estructura superior. Cada parte pesa un total de 2000 toneladas.
El gas proveniente de Fénix llegará mediante un ducto submarino de unos 36,5 kilómetros a Vega Pléyade, otra de las plataformas offshore del consorcio. Allí, el hidrocarburo extraído de ambas plataformas seguirá su camino (unos 40 kilómetros de ducto ya realizado) hacia la planta de Río Cullen, donde se procesará, y, luego, se inyectará en el Gasoducto General San Martín.
Los tres pozos perforados navegan el reservorio de manera horizontal y alcanzan, aproximadamente, los 3000 metros de profundidad final. La instancia de perforación de pozos estuvo a cargo de la firma de perforación marina Noble Corp Regina Allen.
A pesar de que, hoy en día, trabajan unas 150 personas en Fénix, una vez que el proyecto esté en marcha, se podrá manejar enteramente desde tierra y no requerirá presencia humana.
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