El apoderado General de CAFIN, el Lic. Alberto Garófalo, analizó los alcances que tendrá el Decreto de Necesidad y Urgencia anunciado por el Presidente de la Nación, Javier Milei y, sostuvo que toda medida que sea para disminuir la burocracia y facilitar la importación o exportación es correcta, pero de igual forma, explicó el impacto que tendrán las medidas en el Régimen de Promoción Industrial que contempla a Tierra del Fuego.

En ese marco, el referente de CAFIN, el Lic. Alberto Garófalo, profundizó en las medidas que nuclean e impactan en el sector industrial del país y sostuvo que “todos los países del mundo lo tienen, así que reducir todo tipo de trabas para que el comercio exterior funcione, tanto de ida como de vuelta, me parece valioso. Una cosa es liberalizar las [U1]condiciones para que eso suceda, y otra cosa es meterse con los aranceles y bajarlos indiscriminadamente porque eso es suicida”.

Entonces, a modo de ejemplo explicó que en “los países avanzados tampoco hacen eso, hay una estrategia que marca cada gobierno, hay cuestiones que son políticas de Estado ya sea por una cuestión regional o sectorial, se mantiene la promoción por distintos motivos. Canadá es un país desarrollado con una promoción industrial que fue modelo en su época. En el mundo pasa lo mismo. Francia es otro ejemplo, con la defensa de sus agricultores. Francia hace esto, sabiendo que abriendo sus mercados podría conseguir mejores precios, pero ellos definieron que en la campiña francesa está el espíritu de la nación y eso no se toca”.

Por lo que, enfatizó en que “no es tan así que el mercado dispone. Lo hace, salvo cuestiones estratégicas que define cada gobierno, en función de cuestiones de rango superior que ameritan una política distinta. Eso es aplicable a la promoción industrial y en este caso a Tierra del Fuego”, adelantó Garófalo.

Por otra parte, hizo hincapié en la extensión del subrégimen para la industria textil, la que actualmente se encuentra demorada por el cambio de gobierno “de las textiles que estaban en carrera, salvo una, todas adhirieron. Hay una más que queda afuera porque no estaba operativa y una que sí estaba en operaciones y ha decidido no continuar. Esto no les impide operar el año que viene, aunque es un mecanismo costoso, porque van a tener que poner una garantía si no les sale la prórroga antes del 31 de diciembre. Van a tener que seguir con esa garantía hasta que les sea aprobada la prórroga”, aseveró.

Por tal motivo, sumó que “según el presidente, Tierra del Fuego no se toca porque hay derechos adquiridos y el subrégimen ha sido extendido hace muy poco. Seguramente cuando ya estén trabajando los nuevos funcionarios tendremos reuniones para agilizar la aprobación de la prórroga. Por un lado, creo que están aliviados por mantener las fuentes de trabajo, pero preocupados como el resto del personal por lo que se viene. Entiendo que la prórroga les ha llevado tranquilidad. Yo espero que para febrero las empresas habrán recuperado el ritmo”, de forma posterior, se refirió al aporte del 15% del IVA a las textiles “lo van a tener que hacer desde el momento en que las empresas sean notificadas de que ha sido aprobada la prórroga, con retroactividad a enero de 2022”.

A su vez, también dio cuenta sobre los $58.000.000 de dólares que se deben a los proveedores externos y sentenció que “no sé qué va a hacer cada empresa y veremos qué respuesta tiene la licitación de los bonos y si lo acepta el proveedor. Hay otras empresas que han pagado por las suyas en su momento y ahora querrán recuperar lo que adelantaron. Creo que en una primera etapa esos bonos van a cotizar muy bajo, pero van a estar por cuatro años y veremos qué sucede en el interín”, y en cuanto al acceso a divisas para la importación Garófalo señaló que “todavía va lento y los plazos de pago son los que demoran todo. No a todo el mundo le cierra un pago a 120 días, porque el pago es un 25% cada 30 días”.

De igual forma, afirmó que “en general el sector empresario está de acuerdo con el contenido del DNU. Hay cosas que son beneficiosas claramente para las empresas, y otras que perjudican en la coyuntura. Hay una apuesta al mediano plazo, pero no sabemos qué va a pasar, no sabemos cuánto va a quedar de ese DNU luego de pasar el filtro, tampoco sabemos si esto es una estrategia de apuntar muy alto para ver cuánto se consigue. Hasta que no veamos qué queda vigente no tiene mucho sentido la especulación”.

Entre otro de los temas importantes de los que habló el apoderado General de CAFIN, fue sobre sus expectativas a corto plazo y avizoró que “seguramente en los próximos meses se va a sentir una fuerte recesión y por lo tanto la rentabilidad de las empresas se va a ver seriamente afectada. La normalización del abastecimiento es una buena noticia, pero presumo que será en cantidades inferiores de las que estuvieron en juego este año. Habrá que ver qué pasa con el mercado y con el tema arancelario. Por lo pronto no imagino ninguna baja abrupta de aranceles, por cuanto eso implica una negociación dentro del Mercosur y no creo que el gobierno nacional esté dispuesto a romper el Mercosur. En todo caso habrá discusiones para una baja gradual, pero esta es una especulación porque no sabemos qué va a pasar. Sin duda va a ser un mercado achicado para 2024, que va a funcionar condicionado por una notoria caída de ingresos”.

Es por ello que, puntualizó en la posibilidad de incorporar en Tierra del Fuego nuevos proyecto que potencien la matriz productiva y recordó que “la caída de proyectos en Tierra del Fuego ha sido constante desde el ’89 en adelante. Existe la posibilidad de que haya una convocatoria a nuevos proyectos, según dice el Decreto N°727, pero esa es una iniciativa que debe tomar el Gobierno Nacional. En materia de exportaciones, es difícil saber qué puede pasar. Hasta ahora había un tipo de cambio que no favorecía al exportador. El mercado está muy competitivo en el exterior y, como siempre, habrá que buscar nichos, y ver cómo queda la ecuación económica después de todas estas modificaciones. Hay que ver qué pasa con el costo laboral, con los costos de producción. Hay un montón de factores para llegar a establecer un precio y ver si somos competitivos en algún mercado y con algún producto. Para exportar hay que tener un trabajo de investigación de mercado, de penetración y promoción. No es fácil y por algo a lo largo de los años Tierra del Fuego ha exportado poco y nada, salvo los productos de la pesca”.

Teniendo en cuenta lo planteado, observó que “en cuanto a calidad no hay diferencia y hay sectores que ya tienen una dinámica en la exportación y lo están haciendo muy bien. Me han pasado valores de la merluza argentina en los supermercados de Barcelona y está a 10 euros la merluza argentina congelada, mientras que la merluza fresca española en el mismo supermercado está a 15 euros. Hemos llegado bien porque alguien paga más por el pescado fresco, pero el congelado es muy competitivo. Esto quiere decir que, cuando hay perseverancia, Argentina es capaz de hacer estas cosas. Tiene que haber un trabajo sostenido en el tiempo y con condiciones estables”.

De igual forma, Garófalo advirtió que “no he visto una política activa para empujar los bienes industrializados y se supone que con el resto de las medidas nuestros industriales deberían ganar en productividad y ponerse más a tiro de lo que pasa en el mundo para poder salir a vender. Es un proceso y nada es inmediato”.

Por último, apuntó al Fondo de Ampliación de la Matriz Productiva Fueguina y detalló que “el FAMPF tiene claro qué tipo de proyectos quiere de parte de las empresas. Por ahora las empresas más grandes han ido por productos y mercados que son atractivos. Con el resto es una cuestión de escala. Yo no desecho la operación conjunta de algunas pequeñas empresas. Se podría hacer un fideicomiso que se dedique a la explotación de recursos en menos escala. La posibilidad está abierta y desde la Cámara alentamos a que eso suceda. Esperamos que el FAMPF empiece a trabajar con otra celeridad para ir aprobando los proyectos, para que se puedan hacer realidad. Siempre nos pareció muy valiosa esta posibilidad de inversión de las empresas en actividades no promocionadas”, concluyó el Lic. Alberto Garófalo.

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