Con esta medida, el proceso electoral sufrirá un cambio significativo, ya que las candidaturas no serán definidas a través de una votación abierta, sino que cada partido deberá resolver internamente la selección de sus postulantes.

El nuevo esquema electoral se ajustará a las disposiciones del Código Electoral Nacional y la Ley de Partidos Políticos, con modificaciones específicas para adecuarlas a la eliminación de las primarias. Entre los cambios más relevantes, se estableció que los plazos electorales comenzarán diez días antes de la elección general, salvo algunas excepciones establecidas en la normativa.

Además, la nueva ley dispone que el sorteo de espacios publicitarios para las campañas se realice dentro de los dos días posteriores a la oficialización de las listas de candidatos.

La eliminación de las PASO genera un escenario distinto en la estrategia electoral de los partidos, que ahora deberán definir sus candidatos sin la intervención previa del electorado. Este nuevo esquema podría impactar en la dinámica interna de las agrupaciones y en la forma en que se construyen las alianzas de cara a los comicios generales.