La situación de la obra pública en Tierra del Fuego atraviesa un momento crítico debido a la suspensión de nuevos proyectos y la falta de financiamiento para aquellos que quedaron inconclusos. Esta situación ha generado un fuerte impacto en las empresas locales, que dependen en gran medida de los contratos de obra pública para sostener su estructura y empleo.
Daniel Wallner, presidente de la Cámara Fueguina de la Construcción, advirtió sobre las graves consecuencias que esta interrupción está generando en el sector. "Las empresas que se han dedicado exclusivamente a la obra pública están en una situación complicada. Aunque algunas han podido sostenerse con trabajos del sector privado, como en la industria petrolera o turística, muchas otras están luchando por sobrevivir", explicó Wallner.
Uno de los principales problemas que enfrentan las empresas constructoras es la falta de pagos y actualizaciones de certificados de obra, que datan de finales del año pasado. "Los pagos que se están realizando ahora corresponden a valores de noviembre de 2023, lo que, con la inflación y la devaluación actuales, resulta insuficiente para cubrir los costos", señaló Wallner.
El panorama se agrava debido a la ausencia de una perspectiva clara sobre cuándo y cómo se reanudarán las obras. A pesar de que el gobierno provincial y municipal han manifestado su intención de avanzar con proyectos esenciales, como pavimentación y pequeñas infraestructuras, los fondos disponibles no alcanzan para retomar las grandes obras que quedaron paralizadas.
A nivel nacional, la falta de obra pública también se replica en otras provincias, lo que ha generado un clima de incertidumbre en la Cámara Argentina de la Construcción. Wallner destacó que la postura del gobierno nacional de suspender la obra pública por varios años está afectando no solo a las empresas constructoras, sino también a los proveedores de materiales, como los corralones, que han visto una drástica disminución en sus ventas.
En cuanto a la situación laboral, Wallner mencionó que, según estimaciones, unas 900 personas se encuentran desocupadas en el sector de la construcción en la provincia. "Aún si se reactivan algunas obras, no será posible reincorporar a todo el personal", lamentó.
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