El encargado de representar y defender al propietario de la Estancia San Justo, se refirió al veredicto que dispuso el Tribunal Oral de la Justicia Federal a su cliente, manifestando que todavía no tienen en claro cuáles son los fundamentos para condenar a 8 años de prisión a José Onofre Villarroel Soto.

La semana pasada, se inició el juicio oral en el Tribunal de Oral en la ciudad de Ushuaia, hacía por el propietario de la Estancia San Justo, el cual fue acusado por un peón en virtud de acciones nefastas que le ordenaba su patrón. El día de ayer, se dio a conocer el veredicto para este hombre que es una pena de 8 años de prisión, por haber retenido y maltratado a un empleado rural.

Por tal motivo, el abogado defensor del propietario de esta estancia manifestó que “A nosotros nos sorprendió completamente esta resolución por parte del Tribunal, porque a pesar de estar dentro de las posibilidades, la sorpresa no fue la condena, sino va por el lado de lo actuado en el proceso y las pruebas existentes, entendíamos que este hecho que había sido objeto de denuncia, estaba totalmente desvirtuado”.

Agregando que “No entendemos cuales son los fundamentos de esta sentencia y cuáles son las pruebas en las que el Tribunal se sustentó para esta acusación, esto recién lo sabremos el día fijado para le lectura de los fundamentos que será el 17 de agosto”.

A su vez, recalcó a que aspiraban él y su cliente “Habíamos solicitado la absolución, esto fue fundado en que la declaración de la supuesta víctima vario en todas las instancias, esto queda evidenciado desde la primera denuncia hasta el momento de la audiencia, nunca se pudo saber la realidad de los hechos que estaba denunciando”.

Por lo cual, hizo hincapié en que en estas declaraciones y en las pruebas “Hay una variación, además, existe una ausencia de pruebas en el expediente, ya que en ningún momento se habían realizado actas que constate la presencia de este hombre en la estancia y mucho menos el estado en el que se encontraba. Por lo tanto, entendíamos que no existían ninguna clase de pruebas que acrediten el trato que denunciaba este hombre”.

Concluyendo en que “Cuando se realizó el allanamiento en la estancia, este peón no se encontraba en las instalaciones y tampoco se pudo acreditar las condiciones en las que se encontraba este hombre, ni menos que había estado trabajando en la misma. En el juicio tampoco se pudo constatar que día el denunciante se fue de la estancia y supuestamente dejo de trabajar”, sostuvo.