El presidente de fiscalización del Colegio de Martilleros, Tasadores y Corredores de Tierra del Fuego, Sergio Arroquy, habló sobre los principales aspectos del DNU anunciado el miércoles pasado por el Presidente de la Nación, Javier Milei, pero puntualmente se refirió a los artículos que están vinculados con la derogación de la Ley de Alquileres, y sostuvo que dichas medidas van a beneficiar a los inquilinos ya que podrán acordar las condiciones del contrato.
En ese marco, el presidente de fiscalización del Colegio de Martilleros, Tasadores y Corredores de la provincia, Sergio Arroquy, sostuvo que a derogación de la Ley de Alquileres “va a flexibilizar mucho la negociación entre propietarios e inquilinos. Va a permitir que los inquilinos tengan mayor capacidad de negociación, porque seguramente esto va a generar un poco más de oferta. Ya hay propietarios dispuestos a poner su propiedad en alquiler con estas condiciones y para el mercado va a ser positivo sin duda, todo lo que significa desregulación para los mercados permite que los operadores del mercado, demandante y oferente, puedan entrar y salir con mayor libertad”.
A su vez, Arroquy enfatizó en la preocupación de las agrupaciones de inquilinos autoconvocados los que solicitaban la derogación de la Ley, pero ahora la cuestionan, por lo que expresó lo siguiente “al contrario de la apreciación que tienen, esto beneficia mayoritariamente a los inquilinos y no a los propietarios, precisamente porque al haber más oferta le va a permitir a los inquilinos tener mayor capacidad de negociación. Hay una parte que tiene que ver con alquileres y otra con créditos hipotecarios, que sin duda va a ser el próximo paso que tiene que dar este gobierno”.
De igual forma, consideró que “podemos hablar de un efecto resorte o un efecto péndulo. Cuando se suelta un resorte, tiende a saltar hasta ponerse en su posición. Con el péndulo ocurre lo mismo hasta que se estabiliza en un punto de equilibrio. Con esto va a pasar lo mismo y va a ser rápido, no es que va a demandar años”.
Sin embargo, señaló que, actualmente los inquilinos tienen una cuestión cultural en virtud a la resistencia del DNU dado a los años de asfixia por las leyes regulatorias con las que presionaba el Estado y dijo “culturalmente hemos sufrido un gran daño como consumidores en el último tiempo. Teníamos que aceptar que el Estado nos fije las reglas con los precios máximos y qué podíamos comprar. Ahora nos tenemos que reeducar y esto cambia totalmente el comportamiento del mercado, los consumidores somos dueños de convalidar o no los precios, no los vendedores. El inquilino es el que va a tener que decir que esto no le sirve y que traten de negociar con el propietario. Cuando empiece a haber oferta, los mismos propietarios van a flexibilizar las condiciones para buscar al inquilino, el buen inquilino va a llevar cierta ventaja porque va a tener poder para hacer flexibilizar al propietario, y esto no lo permitía la ley”, aseguró el representante.
Agregando que “por otra parte, era fácil ser un corredor inmobiliario cuando teníamos que alquilar bajo los parámetros de la ley, porque simplemente se firmaba el contrato y ya está. Ahora cambiaron las reglas y por más que los propietarios intenten irse al alquiler temporario, no significa que vayan a tener el departamento ocupado. Esto va a permitir hacer una actualización distinta, muchos inquilinos que se quejan del precio de los alquileres y todavía siguen pagando $50.000 mensuales. Esas personas podrían pagar $250.000 de alquiler, que es lo que correspondería por la vivienda. Si al propietario le quedan $50.000 mensuales, obviamente se va a querer ir a un temporario, pero si se actualizan los precios como corresponde, a valor de mercado, el propietario va a dejar de irse al temporario. Además, equipar un temporario cuesta entre dos y tres millones de pesos”.
Ante lo mencionado, Sergio Arroquy indicó que “es muy buena la desregulación porque permite pactar a las partes. Ya me están entrando muchas unidades en alquiler y yo estoy haciendo búsqueda y captación de inquilinos buenos. Ya he hablado con los propietarios para que, cuando se consigue un inquilino bueno, se puedan flexibilizar las condiciones. Con la ley que fue derogada, había que esperar los tres años de la ley para cambiar un inquilino que no cuidaba la vivienda. Hoy si se quiere poner a prueba un inquilino durante un año, se puede hacer. Esto flexibiliza y hace que haya premios y castigos también”, adelantó.
Por último, hizo hincapié en que antes había que cumplir con ciertas pautas para ingresar a un alquiler, como la doble garantía, el mes de depósito y demás condiciones, las cuales ahora pueden ser eliminadas o flexibilizadas por las partes “esto significa un gran desafío para nosotros profesionalmente porque antes teníamos un contrato tipo y no podíamos salir de eso. Hoy los contratos van a ser personalizados y basados en las circunstancias. Hasta se puede poner una cláusula que mantenga el mismo porcentaje del sueldo para el costo del alquiler. Sería una cláusula personalizada para que el inquilino tenga garantía y tranquilidad, porque se va a mantener el mismo porcentaje de su sueldo. Esto beneficia al inquilino y es pro mercado. En el marcado participan las dos partes, comprador y vendedor. La flexibilización beneficia y el desafío que viene después de esto va a ser convertir a los inquilinos en propietarios. Puedo asegurar que en ese momento van a llover las propiedades y los precios van a tender a bajar. La gente va a terminar recuperando poder adquisitivo por el reacomodamiento de precios, como pasó con la carne”, cerró Sergio Arroquy.
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