El gobierno nacional ha lanzado un paquete de medidas destinadas a fortalecer la producción ovina en la Patagonia, lo que ha generado un ambiente de optimismo entre los productores locales. En un contexto marcado por las adversidades climáticas y los desafíos económicos, estos recursos se presentan como esenciales para revitalizar el sector.
Lucila Apolinaire, presidenta de la Asociación Rural de Tierra del Fuego, celebró la creación de una línea de créditos exclusiva para productores ovinos de la Patagonia, gestionada por el Banco Nación. Apolinaire destacó que esta iniciativa no solo beneficiará a Tierra del Fuego, sino también a otras provincias claves en la producción ovina, como Río Negro, Chubut y Santa Cruz.
En declaraciones a FM Master's, Apolinaire explicó que este financiamiento cubre elementos esenciales de la actividad ovina, como alambrados, bebederos, comederos y maquinaria, con una tasa de interés accesible del 19% y un período de gracia de un año. Sin embargo, resaltó que el acceso a estos créditos estará regulado: “Será necesario presentar un plan con el respaldo de profesionales que fiscalicen el uso adecuado de los fondos”.
Además de los créditos, uno de los aspectos más significativos de las nuevas medidas es la reactivación del plan Prolana, un programa fundamental para acondicionar y clasificar la lana bajo estándares internacionales. Apolinaire señaló la importancia de este plan, destacando que su reactivación permitirá a los productores acceder a mercados internacionales con productos de alta calidad: "Esto es crucial para asegurar que la lana argentina cumpla con los estándares requeridos a nivel global".
La implementación de estas medidas llega en un momento crítico, después de un invierno especialmente difícil para los productores ovinos, que resultó en la pérdida de un importante número de cabezas de ganado. Para Apolinaire, estas acciones del gobierno ofrecen una nueva esperanza al sector, revitalizando la actividad ganadera en una región donde la oveja es el principal motor económico.
Estas iniciativas no solo buscan paliar los efectos del duro invierno, sino que también pretenden impulsar la competitividad de la producción ovina a largo plazo, reafirmando la importancia de la ganadería en la economía patagónica y garantizando mejores oportunidades para las familias que dependen de esta actividad.
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