El nuevo Jefe del Servicio Penitenciario de Tierra del Fuego, Inspector General Ariel Normando Ciares, dialogó con Minuto Fueguino sobre los desafíos y proyecciones tras haber reemplazado a Claudio Canovas.

Al respecto, indicó que “las condiciones son un poco complicadas por la cantidad de población penal que tenemos, pero vamos a continuar con la línea de trabajo que traía el director anterior, promoviendo algunas actividades que tienen que ver con la organización social y sobre todo con trabajo y educación y los tratamientos de diagnósticos conforme las tipologías penales”.

En este sentido, resaltó que “los crecimientos de la población penal tienen que ver con el crecimiento de la población en su conjunto; más grande la ciudad, más demanda de escuelas, centros de salud y lamentablemente de cárceles. El servicio penitenciario forma parte de las instituciones democráticas y la conducta disvaliosa forma parte de la sociedad y en la historia de la humanidad hemos segregado estas actitudes”.

El Inspector Ciares destacó que el Servicio Penitenciario también es un “centro de formación porque estas personas en algún momento van a salir en libertad entonces qué es lo que podemos hacer nosotros para encaminar a estas personas y es el desafío más importante que tenemos. También tenemos que ver en qué tipología penal debemos poner más énfasis, por ejemplo, en el caso de abuso o delito contra la integridad sexual donde se requiere ámbitos más psicológicos y no espacios con tanta extrema seguridad edilicia; de acuerdo a la tipología es el tratamiento que se realiza y por ello vamos a trabajar fuertemente en las estadísticas”.

Según detalló, “hay un incremento importante en este tipo de población y es donde más tenemos que poner énfasis porque también se ha modificado la ley de ejecución y en el 2017 con la ley 27.375 y no hay semilibertad, libertad condicional, ni asistida, etc. Nosotros tenemos que elaborar nuevas estrategias que permitan llegar buen puerto. El patronato de presos y liberados forma de esta institución y nuestra tarea como institución carcelaria tiene que ver con todas las personas que están dentro de la institución; en el pos penitenciario interviene el patronato de presos y liberados, por eso es importante la tarea que se hace internamente y después el acompañamiento en el afuera”.

Consultado sobre la cantidad de internos, informó que son 170 en Río Grande y 150 en Ushuaia, y controlan a 25 personas que están supervisadas por la central de monitoreo ya que cuentan con prisión domiciliaria por diversas circunstancias.

“Dentro de la unidad tenemos espacio para poder ampliar la cárcel o eventualmente hacer otro penal que nos va a permitir hacer una diferenciación de tipo penal, de edades, etc.”, concluyó.