El subsecretario de Coordinación Pesquera y Acuícola de la provincia, Diego Marcioni, dialogó con La Mañana del Pueblo sobre la reciente aprobación de un proyecto para una nueva planta de crustáceos que promete transformar el panorama pesquero local.
"El anuncio de esta planta ha despertado gran interés, no solo en nuestra provincia, sino en todo el país. La idea es abastecer, no solo a Ushuaia sino también a Río Grande, explicó Marcioni. "Antes de la aprobación del proyecto, una de las exigencias al grupo inversor fue que primero abastecieran al mercado interno dentro de Tierra del Fuego."
La planta no se limitará a procesar crustáceos; también incluirá otros recursos del mar, como erizos, mejillones y peces. "Esto está orientado a abastecer la demanda interna, que no solamente es una planta de crustáceos, sino que es una planta de proceso de recurso hidrobiológico", señaló el subsecretario.
En cuanto a la distribución, Marcioni afirmó que "la planta va a tener contratos de venta con hoteles y restaurantes, pero también venderá al público directamente". Aseguró que la planta ya cuenta con la habilitación del SENASA y que se están ultimando detalles técnicos para su funcionamiento.
El desarrollo de esta planta está enmarcado en una estrategia más amplia que busca revitalizar la actividad pesquera en la provincia. "No se otorgarán más permisos de pesca a embarcaciones sin que estén asociados a proyectos productivos", comentó Marcioni. Esto implica que el proyecto contará con su propio buque y permitirá abrir nuevas zonas de pesca en el canal Big.
"El puerto genera actividad, movimiento y recursos económicos. Una vez que esté en funcionamiento, cambiará completamente la dinámica pesquera en la provincia de Tierra del Fuego", indicó. Según el subsecretario, esto no solo beneficiará a la actividad pesquera, sino que también impulsará otras actividades comerciales en la región.
Con la planta en operación, se espera que la población de Río Grande y Tolhuin pueda acceder más fácilmente a productos del mar frescos, como la tan deseada centolla. "Van a garantizar vender una parte de su producción en Río Grande, aunque no satisfará completamente toda la demanda", puntualizó.
La iniciativa busca integrar a los pescadores artesanales dentro de un modelo productivo más amplio. "Este proyecto complementará la estructura pesquera artesanal histórica de la provincia, que ha superado a muchas administraciones y se mantiene vigente", concluyó Marcioni.
Con estas acciones, el gobierno provincial espera no solo satisfacer la demanda local, sino también fomentar un desarrollo sostenible y equitativo de los recursos pesqueros de Tierra del Fuego, garantizando el acceso a productos del mar para todos sus habitantes.
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