El Director de Epidemiología y Salud Ambiental, Dr. Juan Petrina, dialogó con la prensa donde se refirió a los casos de viruela de mono y comentó que “lo van a encontrar de diferentes maneras y existe hace varios años, pero estaba más circunscripta a zona endémica que es en la zona de África central donde se da de manera más cotidiana.”

Sin embargo, recordó que “en el 2022 aproximadamente tomó cierta dimensión por el hecho de que comenzaron a transmitirse los casos de manera más fuerte y se empezó a diseminar en diferentes lugares, llegando a América, Argentina e inclusive en Tierra del Fuego donde tuvimos casos de ese brote del 2022.”

En este sentido, remarcó que “hay diferentes formas de contagiarse y cepas que tienen algunas facilidades de transmisión de persona a persona. Normalmente sucede que por los lugares donde se da mayor cantidad de casos, es posible que lleguen por una persona que tuvo contacto con un caso sospechoso o confirmado y generalmente de otro lugar.”

Consultado sobre los síntomas, “la enfermedad tiene algunos bastante inespecíficos como la fiebre, dolores musculares y tiene unas pequeñas lesiones a nivel de piel que son vesículas que luego se vuelven en costras que se caen y generalmente empieza a crecer la piel sana por debajo. En ese momento esas lesiones van a ser las que tengan mayor cantidad de concentración del virus y el contacto con esas lesiones van a ser las que generen nuevos casos. Esto están principalmente en zona genital, perianal, parte del tronco, manos, rostro y dentro de la boca.”

El Dr. Petrina explicó que “si bien los casos se fueron dando, no estamos en la cantidad de casos que tuvimos en el brote del 2022 que fue mundial, pero a partir de agosto cuando la OMS da la información epidemiológica respecto a una cepa particular, y que pueda tener mayor gravedad en sintomatología, se emite es alerta para que el resto de las naciones estemos con todo el equipo de salud atentos a este aumento. Esto genera que las personas que tengan lesiones compatibles consulten más y si bien muchas fueron descartadas se dieron casos en Argentina (menos de 50) pero con la cepa anterior que tiene menos mortalidad.”

“Hay lugares donde se pueden indicar esquemas de vacunación que no es el caso de Argentina. Generalmente se utilizan en poblaciones muy específicas donde normalmente está la enfermedad en África. No tenemos la vacuna como herramienta sino es la detección temprana ante esta sintomatología y a partir de ahí nosotros tomamos muestras y laboratorio para confirmar o descartar la enfermedad. En general son enfermedades leves que no tiene un porcentaje importante de mortalidad más allá de los casos que hubo.”

Finalmente, destacó que, “hasta el momento, los casos que tuvimos en Argentina no han tenido una internación en terapia intensiva, pero siempre hay que estar atentos.”