El 25 de noviembre de 1886 en las costas de Tierra del Fuego ocurrió una masacre que marcó a fuego la historia de los pueblos originarios de la provincia. Se trató de la primera matanza documentada porque fue cometida por un oficial argentino en una misión de exploración, sobre la cual debía registrar detalles en una bitácora.
Aquel día, el capitán Ramón Lista desembarcó en la playa de San Sebastián con el fin de explorar la región y se encontró con un grupo de selk’nam. El capitán intentó tomarlos prisioneros, pero los nativos opusieron resistencia, por lo cual Lista ordenó a sus hombres abrir fuego. La situación terminó con 28 originarios asesinados y varias mujeres y niños heridos.
De ahí en más, la política de colonización ganadera emprendida por Argentina alteró toda la organización espacial mantenida por los selk´nam por centurias. Su matanza fue planificada por los colonos británicos, argentinos y chilenos que pagaban por cada nativo muerto, con el único propósito de apoderarse de las tierras que por miles de años, fue su hogar y su sustento.
Desde 1992, aquel fatídico 25 de noviembre es recordado en todo el ámbito de la provincia como “Día del Indígena Fueguino” por Ley N° 29. Sin embargo, en Río Grande, la fecha fue reconocida además como día de duelo por ordenanza 3595/16 como “Día del Genocidio Selk’nam”, por lo cual durante toda la jornada y en señal de dolor, se debe mantener a media asta el pabellón nacional.
El genocidio selk’nam constituye un delito de lesa humanidad que permanece impune hasta la actualidad, y del que son responsables los Estados argentino y chileno, junto con las sociedades explotadoras que lo ejecutaron. En actualidad la Sociedad Anónima Exportadora e Importadora de la Patagonia, fundada por la familia Braun- Menéndez en 1908, es propietaria de 160 sucursales de supermercados en todo el país. Mientras los descendientes de los ejecutores continúan obteniendo ganancias millonarias a partir de las tierras obtenidas por el genocidio, los descendientes de las víctimas y sobrevivientes continúan reclamando justicia y reparación territorial por las matanzas ocurridas en el extremo más austral de nuestra América.
Compartinos tu opinión