Los especialistas se conectan de manera virtual con sus pacientes y se envía material impreso a quienes no tienen acceso a internet. Además, se habilitaron consultorios con computadoras en los barrios, para que los pacientes puedan recibir sus terapias por videollamada allí, en caso de no contar con el recurso.
Ante las medidas de aislamiento social, preventivo y obligatorio por el COVID-19, el Municipio de Río Grande, a través de la Secretaría de Salud, continúa con las terapias de los pacientes del Centro de Rehabilitación ‘Mamá Margarita’, de manera remota, a través de diversos medios.
Al respecto, el doctor Mauro Dotto, responsable del mencionado centro médico, indicó que “el ‘Mamá Margarita’ desde que inició el aislamiento social se dispuso a trabajar de manera remota, es decir a través de medios digitales”.
“Se trabajó de varias maneras. La mayoría de los pacientes pudieron mantener sus sesiones con sus terapeutas, al menos una vez a la semana, por videollamada, a través de WhatsApp, Zoom y Skype, dependiendo de lo que más le servía al paciente”, señaló.
Por otro lado, el profesional se refirió a los pacientes que no contaban con conexión a internet “con ellos se mantiene llamadas telefónicas y, además, en nuestro edificio se les imprimió cuadernillos con tareas para que puedan realizarlas diariamente en sus casas”, y explicó que “esos cuadernillos se los acercamos a sus hogares con el transporte del Centro ‘Mamá Margarita’”.
En este sentido, Dotto agregó que “con el correr de los días, notamos que muchos pacientes no contaban con los recursos para las conexiones vía internet, por lo que en los Centros de Salud de las zonas de Chacra XIII y Margen Sur, se habilitó un consultorio con computadoras, para que los pacientes puedan mantener una videollamada con el profesional que los asiste. Estos pacientes asistían en los días y horarios que habían pactado previamente con el profesional y de esta manera mantuvieron su sesión virtual”.
Asimismo, añadió que “en relación al servicio de kinesiología, los especialistas se manejaron con videollamada y con el envío de material multimedia. Grababan videos y se los enviaban a sus pacientes con ejercicios”.
Finalmente, el profesional reconoció que “no es la manera ideal de trabajar, pero de este modo se logró mitigar el daño que provocaría suspender directamente una rehabilitación, así que ha sido de mucha utilidad”.
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