El puerto de Ushuaia y la capital fueguina cambiarán su panorama antes de tiempo, a partir de la decisión de cerrar las fronteras, cuando todavía restaban algunas semanas de la temporada alta y la llegada de los últimos cruceristas.
Si bien las compañías estaban reprogramando y cancelando recaladas, ya no podrán ingresar a la ciudad los pasajeros de los buques de turismo internacional y el puerto seguirá operando para carga, pesca y cabotaje nacional.
Por FM Master’s, el Director Provincial de Puertos, Roberto Murcia, explicó que ayer todavía quedaban buques amarrados, que han sorteado los controles, pero se rechazó el ingreso de otros por no cumplir con los 14 días de estadía a bordo. “El puerto todavía está trabajando con normalidad, hay mucha cantidad de embarcaciones haciendo cabotaje nacional, en lo que es turismo antártico. Hemos implementado controles y reducido el personal a guardias mínimas, luego del anuncio del gobernador este domingo, y seguimos haciendo operativos en conjunto con la Prefectura Naval Argentina, Sanidad de Fronteras, Migraciones y Aduana”, dijo.
“Se controla el ingreso de los catamaranes, y aquellos extranjeros que no cumplen el requisito de la estadía de 15 días después de que salieron del país de riesgo, no pueden embarcar. Se les labra un acta, se los manda a aislamiento y se informa al Ministerio de Salud, que también está haciendo controles, y se lo invita a abandonar la provincia y el país. Lo mismo ocurre con los buques de pasajeros”, detalló del escenario hasta ayer.
“Tenemos buques a quienes hemos rechazado el ingreso, en razón de que no estaban cumpliendo los 14 días, y con el DNU anunciado por el presidente se cierra la frontera. Hasta ayer continuamos con el régimen anterior, extremando todas las medidas. Cada embarcación que llega al puerto de Ushuaia, 72 horas antes tiene la obligación de informar a la Dirección de Puertos, a Sanidad de Fronteras y la Prefectura Naval sobre el estado general y si hay alguna contingencia en el buque. Antes de que el buque baje a la planchada, sube gente de Sanidad de Fronteras, verifica la declaración jurada y, si tiene alguna duda, hace un recorrido y un chequeo de los pasajeros y la tripulación. Si considera que no está en condiciones no baja ningún pasajero”, aseguró.
Pesca resguardada
Respecto de la actividad de pesca, Murcia explicó que “la diferencia es que vienen haciendo varias mareas y es probable que la tripulación tenga más de 60, 70 y hasta 90 días a bordo del barco. De haber tenido algún síntoma, el propio capitán lo informa, pero tienen el mismo régimen que cualquier buque de turismo y son revisados por Sanidad de Frontera antes de tocar muelle. Si se detecta algún síntoma, no toca muelle y queda aislado”.
Los cruceros turísticos “ya cancelaron muchas recaladas y hay buques que no van a venir, lo que va a quedar operativo es la pesca y la carga, y el cabotaje nacional, que tiene el mismo control que cualquiera de los barcos”, concluyó.
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