Los gobernadores patagónicos analizan demandar en forma conjunta a YPF por la decisión de retirarse de la explotación de los pozos tradicionales de la región, para concentarse en Vaca Muerta. Luego de no pocas charlas, los gobernadores habrían concluido que el diálogo con la conducción de la petrolera es inconducente.
La demanda, si finalmente se concreta, intentará forzar a YPF a revertir a las gobernaciones las áreas que tiene sin producir en las provincias de Río Negro, Neuquén, Chubut, Santa Cruz, Tierra del Fuego y Salta, entre otras. Esto de hecho esta en tratativas, la más avanzada es la de Santa Cruz con el gobernador petrolera Claudio Vidal.
El tema es que los gobernadores quieren que junto con la entrega de los pozos, la petrolera se haga cargo de los numerosos pasivos ambientales que adeuda, que en conjunto suman decenas de miles de millones de dólares. "Es una discusión abierta" afirmaron a LPO desde la petrolera estatal.
No es una discusión nueva, ni empezó con el gobierno de Milei. En las provincias se quejan de que "YPF en los últimos años dejó de invertir en yacimientos convencionales". Están muy enojados porque -argumentan- "hoy, por una cuestión de buscar más rentabilidad económica, abandonan a las provincias que tienen yacimientos convencionales".
Eso es exactamente así, como YPF tiene un monto limitado para invertir, la nueva conducción de Marin decidió concentrarlo en Vaca Muerta donde se esperan rentabilidades más altas. Pura lógica de mercado.
En la primera semana de marzo, YPF finalmente anunció a sus inversores que a lo largo de 2024 invertirá unos USD 5000 millones, un 12,5% menos que el año pasado, de los cuales concentrará en Vaca Muerta USD 3.000 millones en su estrategia de focalizar esfuerzos en el no convencional neuquino.
Horacio Marín, CEO y presidente de YPF, detalló entonces que "estamos acelerando tanto como es posible nuestro crecimiento en la producción de shale y al respecto estamos planeando objetivos muy ambiciosos de producción por los próximos dos años con una expansión del 24% en 2024 y un futuro 35% en 2025. Esto significará saltar de los 97.000 barriles diarios que promedió en 2023, a sumar al menos 120.000 barriles en este año y unos 160.000 el próximo".
Como YPF tiene un monto limitado para invertir, la nueva conducción de Marin decidió concentrarlo en Vaca Muerta donde se esperan rentabilidades más altas. Pura lógica de mercado.
La noticia no fue bien recibida por todos los gobernadores que cuestionan a YPF de intentar "negociar con los privados en los yacimientos que producen un poquito más y dejar abandonados a la suerte a los yacimientos menos productivos".
En la propia provincia de Neuquén, el reclamo de la reversión de las áreas maduras es histórico. Esa provincia, dispuso en el año 2012 la quita de dos áreas y dejó en análisis otras dos áreas para las cuales la petrolera presentó una propuesta de inversión. El entonces gobernador Jorge Sapag revirtió por la fuerza las áreas "Chihuido de la Salina" y "Portezuelo Minas", que no estaban en producción. Tiempo después, YPF accionó judicialmente contra Neuquén.
Lo propio hizo en su momento Chubut con "El Trébol-Escalante" y "Campamento Central-Cañadón Perdido" que representaban cerca del 7% de la producción total de crudo de la principal petrolera del país.
La petrolera estatal niega que esté en un proceso de desinversión y explica que se han orientado distintas prioridades. "En Chubut en Manantiales Behr estamos inviertiendo USD 200 millones, en Neuquén USD 3.000 millones en Vaca Muerta, en Mendoza USD 600 millones en la ampliación de la refinería, no es verdad que no estemos invirtiendo", afirmó a LPO una fuente de la petrolera estatal.
En Chubut en Manantiales Behr estamos inviertiendo USD 200 millones, en Neuquén USD 3.000 millones en Vaca Muerta, en Mendoza USD 600 millones en la ampliación de la refinería, no es verdad que no estemos invirtiendo.
Sin embargo, los gobernadores se quejan que YPF "les sacó presupuesto a las provincias que tienen yacimientos convencionales y se lo metió todo a Vaca Muerta". Por ello es que analizan hacer "una demanda conjunta por la falta de inversión, por la pérdida de producción, que terminó siendo un daño al Estado, por no sostener ni incrementar la producción y no cumplir con los pasivos ambientales".
Los gobernadores no son los únicos enojados. También se quejan los gremios que agrupan a los trabajadores petroleros. De hecho, en YPF creen que el motor de la protesta de los gobernadores son los gremios. "La reversión de áreas a las provincias las pedían ellos", recuerdan en la petrolera estatal.
En efecto, la conflictividad con el gremio petrolero viene en aumento. Chubut, hay problemas con los retiros voluntarios, las jubilaciones anticipadas y los recortes salariales dispuestos por la empresa. En Santa Cruz, mientras tanto, está preparada una gran asamblea para este lunes 25 de marzo en Cañadón Seco. Allí, el gremio mostrará su poderío y advertirá a la empresa de que no aceptarán esos recortes.
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