Este fin de semana, Punta Arenas volvió a convertirse en el destino preferido de los vecinos de Río Gallegos, quienes aprovecharon el favorable tipo de cambio y las múltiples ofertas comerciales de la ciudad chilena. Con un cambio de 0,88 pesos argentinos por peso chileno, cientos de familias cruzaron la frontera en busca de productos tecnológicos, ropa y alimentos, además de disfrutar de la propuesta cultural y gastronómica local.
Desde la madrugada, largas filas de vehículos se hicieron notar en los pasos fronterizos, marcando una jornada de intenso movimiento turístico y comercial. Las autoridades fronterizas, conscientes de la gran afluencia de visitantes, reforzaron los controles para garantizar cruces seguros y fluidos, logrando atender a miles de personas durante el fin de semana.
La relación entre Río Gallegos y Punta Arenas trasciende lo comercial. Estas ciudades han mantenido un estrecho vínculo de hermandad durante décadas, reflejado en eventos binacionales, acuerdos de cooperación y el continuo intercambio de visitantes. Este fin de semana no fue la excepción, destacando una vez más la integración regional que caracteriza al sur de América Latina.
Los vecinos de Río Gallegos no solo aprovecharon las ofertas, sino que también disfrutaron de la gastronomía y la cultura magallánica, fortaleciendo el lazo que une a ambas comunidades. Comerciantes de Punta Arenas también se vieron beneficiados por la llegada masiva de consumidores argentinos, quienes inyectaron un impulso económico significativo al comercio local.
Este cruce masivo reafirma la importancia de los lazos históricos y culturales entre estas ciudades fronterizas. Más allá del impacto económico, estos intercambios fortalecen la integración regional y destacan a Río Gallegos y Punta Arenas como un ejemplo de cooperación en el sur del continente.
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