En un contexto de crisis económica y creciente incertidumbre, la reciente decisión de habilitar a niños a partir de los 13 años para invertir en el mercado de valores ha generado un intenso debate. La medida, impulsada por la Comisión Nacional de Valores, busca fomentar la educación financiera desde una temprana edad. Sin embargo, expertos en ciberseguridad y finanzas han expresado serias preocupaciones sobre los riesgos de estafas y la falta de preparación de los adolescentes para enfrentar un mercado virtual lleno de trampas.
Aníbal Lazzaroni, profesor de investigación criminal y experto en ciberseguridad, advirtió sobre los peligros asociados a esta medida: “Estamos ingresando a los jóvenes adolescentes a un mercado virtual donde primero no tenemos las herramientas necesarias para que cualquier engaño o estafa pueda ser detectada". Además, destacó que el menor no tiene consecuencias penales en caso de ser partícipe de actividades ilícitas como el lavado de dinero, ya que no está contemplado dentro del Código Penal: “Cualquier menor que pretenda utilizar estas inversiones como lavado de dinero no va a tener ninguna pena ni ningún problema”.
Lazzaroni también señaló que el problema radica en la falta de un marco educativo y legal adecuado para la implementación de esta medida: “Estamos en Argentina, en un país sin educación financiera, sin reglamentaciones y sin un marco político que contemple estas situaciones. Y aparte de eso, no tenemos todo lo necesario para reglamentar las inversiones que puedan hacer los chicos como cuestión de ahorro”.
El experto criticó la comparación con otros países más avanzados en educación financiera, como Europa o Estados Unidos, destacando que las realidades económicas y educativas son muy diferentes. También mencionó la falta de regulación en la cantidad de dinero que un menor puede manejar: “¿Cuánto puede invertir un menor? En la disposición no habla del límite de valor. ¿Un chico de 14 años puede invertir 20 millones? ¿De dónde lo trata?”
Otro de los puntos que generó controversia es el impacto que esto podría tener en la ludopatía juvenil. Lazzaroni alertó sobre el riesgo de que las inversiones se conviertan en una “timba financiera”, lo que podría derivar en que los adolescentes utilicen plataformas de juego y apuestas virtuales. “Si yo puedo invertir en bolsa, dentro de poco va a ser lo siguiente: puedo estar en un casino virtual sin ningún problema”, expresó con preocupación.
Finalmente, Lazzaroni enfatizó la necesidad de educar antes de liberar medidas que permiten a los adolescentes acceder a mercados tan complejos como el financiero: “Debemos tener educación, un mercado regulativo, y evitar el lavado de dinero, o lavado de activos. La sociedad crece a partir del ahorro, pero eduquemos primero, antes de liberar que los menores puedan invertir en bolsa”.
Compartinos tu opinión