Cristina Segovia es una vecina de la ciudad de Río Grande que tras haber sufrido una intoxicación por monóxido de carbono junto a sus tres hijos el pasado jueves, luego de quedar hospitalizados a raíz de una fuga de gas en su vivienda, ahora enfrenta un gasto de un millón de pesos para realizar las reparaciones necesarias dado a que la empresa Camuzzi le retiró el medidor de gas.
Minuto Fueguino se apersonó al domicilio de Cristina Segovia quien relató que es lo que sucedido el pasado jueves “a las 01:05 horas tuve con mis nenes con mucho vómito, con dolores de cabeza, llamo al 107, le pido por favor si me pudieran mandar la ambulancia para que los vean porque yo no tenía los medios para llevarlos. La chica del 107 me dice que le iba a informar a la pediatra de guardia, a los 20 minutos me vuelven a llamar y me dicen que la doctora Paz, no consideraba que era de emergencia, así que no me iban a mandar la ambulancia, le comento que tengo un niño con discapacidad, el otro con diabetes tipo 2 y me dice que la que decide era la doctora y que no iban a mandar la ambulancia”.
Entonces, Cristina señaló que a raíz de dicha respuesta “me las arreglo como puedo el día jueves a la noche. El viernes a la mañana el nene más grande seguía descompensado, así que me los cambié, nos fuimos caminando, los llevé yo. El nene queda internado, le sacaron sangre, hablo con la doctora para traerme a los dos más chiquitos a la casa con una amiga y yo volver al hospital a quedarme con el más grande. Cuando hago eso y vuelvo al hospital, al ratito el doctor López, me pregunta con quién vivo, le digo que vivo con el nene que está internado más dos menores más y me dice lo va a tener que traer porque en los análisis salió que su hijo está intoxicado con monóxido de carbono y si está él, está usted y están los otros dos nenes”, lamentó la madre.
Debido a esta pérdida de gas, indicó que esa noche “tuvieron que mandar para que vean cómo estaba la situación a Bomberos, Policía Científica, vino Camuzzi y me entero que me sacan el medidor”.
Desde ese entonces “se volvió todo un caos peor porque el gasista matriculado que vino a ver todo y bueno, nos pasó un millón y medio de pesos. Yo estoy actualmente sin trabajo, me hago cargo 24/7 de mis hijos, estoy manteniéndome con la pensión, retirando las viandas de comida de la escuela N°7. Estoy en temas judiciales con el tema del papá porque no va a trabajar hace dos años y no le pasa lo que les corresponde a los nenes tampoco, hace 10 años que me separé y él no tiene trato con los nenes. La casa esta no es mía, es de mis exsuegros que viven pegado a mi casa, pero no tengo trato con ellos y ellos no ven a mis hijos tampoco”, resaltó Cristina.
Dado a todo los ocurrido en su domicilio y sobre todo por el faltante del suministro de gas, la madre de los menores remarcó que “el tema ahora es que hasta que se arregle todo esto, yo estoy acá en la vivienda con los tres menores, nos estamos calefaccionando con dos caloventores, no puedo poner más de dos porque me saltan todas las térmicas, para poder cocinar tengo que apagar un caloventor para poner el hornito eléctrico porque también se salta todo. Nosotros estábamos durmiendo acá, yo tapé todo con esos nylon para poder estar calentitos acá, pero ahora los nenes están en una habitación arriba con los caloventores porque vinieron a ver dónde está la pérdida y todo lo demás”.
En ese punto, Cristina sostuvo que ella “he pedido ayuda a todo el mundo, a todo político que me pasa en el número, les escribo todo. Desde el día jueves le vengo escribiendo al Gobernador de la Provincia, explicándole primero mi enojo porque no me mandaron la ambulancia y segundo, desde que pasó todo esto, explicándole, mandándole fotos que vean las condiciones que estoy, le he mandado fotos de que yo estoy anotada en el IPV también, no pido a nadie que me regale nada. Se comunicó conmigo después de un montón una chica que dijo ser la secretaria de Melella, preguntándome si era verdad todo lo que yo estaba diciendo en los medios, no sé con qué fin”, manifestó.
“El único, bueno, el que se contactó ayer fue López Silva, que me dijo que ellos habían juntado como tipo una vaquita para comprar los materiales que yo necesite para hacer las empanadas o las pastafrolas. No sé ya qué más hacer, tuve que salir por todos los medios porque es la única forma que creo que me pueden escuchar para tratar de solucionarme, no pido a nadie que me regale nada, simplemente que me ayude, y si yo tengo que devolver después lo que sea, lo hago, no tengo problemas, pero sinceramente me siento totalmente abandonada, más que nada que están dejando a tres niños pasar frío, estos días han hecho mucho frío, y yo me encuentro en esta situación”, dijo muy angustiada.
Asimismo, expresó que otra de las ayudas recibidas fue por parte del Municipio de Río Grande “me han aportado tantos víveres, hasta yogur, porque mi nene que tiene síndrome de Down no te toma otra cosa, me han traído yogur, frazadas, me han traído comida y lo demás, y después la gente, después la gente que ni siquiera me conoce, pero me llama para ofrecerme hasta un plato de comida para los nenes”, agradeció Cristina.
Ante la falta de respuesta de las autoridades, Cristina ha recurrido a la comunidad en busca de ayuda. A través de las redes sociales y los medios locales, ha pedido colaboración para recaudar fondos mediante la venta de empanadas y pastafrolas "los vecinos y vecinas han sido un apoyo increíble, me han ayudado con comida, frazadas y lo necesario para cocinar. Agradezco a todos desde el fondo de mi corazón".
Por último, Cristina elevó un mensaje de esperanza y dijo lo siguiente “prometo mostrar cómo se utiliza cada centavo de la ayuda que recibo. No busco que me regalen nada, solo necesito apoyo para salir adelante y asegurar el bienestar de mis hijos".
Para colaborar con Cristina y su familia, se puede realizar una donación al alias "Cris Rocco" o comunicarse directamente al número de teléfono 2964-69-9145.
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