El Municipio de Río Grande, junto a la Asociación Civil de Productores de la Margen Sur, avanza en la primera entrega de 102 estufas a biomasa. Las mismas son alimentadas con pellets de madera -residuo de la industria forestal- y serán empleadas por productores en sus invernaderos y galpones de cría de animales. El fin es alargar los tiempos de producción y al mismo tiempo generar un sistema de economía circular con la reutilización de residuos.
Esta entrega corresponde a la primera etapa de un proyecto histórico en la provincia, articulado desde el Municipio y la Asociación con el Banco Mundial por medio de la Dirección Nacional de Programas y Proyectos Sectoriales y Especiales (DIPROSE).
En una segunda etapa, se avanzará en la realización de dos pozos de agua con tanques cisterna para el abastecimiento de agua en chacras de la zona sur. Además, durante el año se irán haciendo más entregas parciales de estufas a productores de distintas asociaciones que forman parte de los programas de fomento productivo del Municipio.
Al respecto, el subsecretario de Desarrollo Productivo, Facundo Armas, afirmó que “este es un trabajo que lleva muchos meses de gestación y que hoy nos permite poder dar un gran paso hacia la soberanía alimentaria en Río Grande” y señaló que “mejorar la calefacción en los espacios donde se produce, nos va a permitir poder tener productos locales durante todo el año”.
Armas destacó “la articulación virtuosa junto a actores locales, como la Asociación Civil de Productores de la Margen Sur, con quienes logramos bajar este programa nacional con financiamiento internacional y llevar una solución concreta a los productores”. En tanto,, mencionó que “este beneficio será para todas las asociaciones de productores de alimentos de Río Grande con el objetivo de sostener y fortalecer a cada trabajador y trabajadora. Es un paso histórico para la producción de toda la provincia”.
Para finalizar, el Subsecretario resaltó que “en este contexto de crisis económica, social y alimentaria, el Municipio de Río Grande entiende al sector de producción de alimentos como un eje prioritario para la seguridad y la soberanía alimentaria; ya que esto redunda en alimentos frescos, sanos y seguros para todas las mesas de los riograndenses a un precio económico y además genera fuentes de trabajo para los productores”.
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