Francisca Argel, integrante de la comisión directiva de la Asociación Chilena de Río Grande (ACHER), denunció públicamente una serie de situaciones que, según su testimonio, habrían ocurrido dentro de la institución durante su mandato como secretaria.

"Yo fui secretaria de la institución durante 18 años, y aunque mi mandato terminó en noviembre del año pasado, el presidente no me convocó durante un año para llamar a reuniones de comisión directiva o asambleas", afirmó Argel en diálogo con Aire Libre Fm.

Según explicó, esta decisión habría sido tomada por el presidente de la asociación, Eddie Varga, junto con la tesorera Blanca Quesada y la prosecretaria Noelia Barría. "Entre estas tres personas directamente me corrieron porque hice reclamos ante la Inspección General de Justicia (IGJ) por las cosas indebidas que estaban pasando en la institución", sostuvo.

Argel aseguró que, en determinado momento, se le impidió el acceso a la institución. "Cambiaron las llaves del lugar para que yo no pudiera entrar a trabajar en la oficina ni acceder a la documentación", relató.

También mencionó que, tras un evento realizado en septiembre del año pasado en el Club O'Higgins, tuvo dudas sobre el manejo del dinero recaudado. "En la caja del evento estuvo la hija de la tesorera, Noelia Barría, manejando el dinero de la institución. Luego, se fueron a la cocina a contabilizarlo sin convocar a un revisor de cuentas ni a nadie de la comisión directiva", aseguró.

Otra de las situaciones que generó conflicto fue la supuesta decisión de alquilar el salón de ACHER sin la aprobación de la comisión directiva. "Cuando fue el incendio del Club O'Higgins, el señor Nené también perdió su restaurante. El presidente, junto con la tesorera y su hija, decidieron alquilar el salón sin consultar al resto de la comisión", explicó Argel.

Según su relato, se enteró de la situación cuando encontró a personas trabajando en el salón. "Cuando llegué, vi a mucha gente dentro y pregunté qué pasaba. Me respondieron que les habían alquilado el lugar, pero nunca hubo una reunión para autorizarlo, como corresponde", sostuvo.

Frente a esta y otras situaciones, Argel aseguró haber presentado diversos reclamos ante la IGJ. "Desde ese momento, hice miles de notas y reclamé que el presidente no estaba cumpliendo con el estatuto", indicó.

Argel afirmó que, al intentar esclarecer la situación ante la IGJ, el presidente de la institución desconoció su cargo. "Fuimos convocados por la Inspección General de Justicia para resolver esto. Allí, el presidente, delante de toda la comisión y de los inspectores, dijo que no me reconocía como secretaria", denunció.

Además, agregó que su situación generó tensión dentro de la comisión. "Estoy en el medio entre la tesorera y su hija. Como son íntimos amigos del presidente y yo no avalo las decisiones que están tomando, la que sobra soy yo", expresó.

Finalmente, Argel cuestionó la reciente actividad de ACHER. "Hace poco me enteré de que hicieron una campaña solidaria convocando como si fueran la comisión directiva en pleno, cuando sus mandatos ya caducaron el año pasado. Parece que tres personas se han hecho dueñas de la institución y deciden quién entra y quién no", concluyó.

Hasta el momento, la actual conducción de ACHER no ha emitido declaraciones sobre estas acusaciones.