Un reciente decreto nacional ha desregulado el transporte automotor de larga y media distancia en Argentina, permitiendo a empresas de plataformas digitales como Uber y Cabify operar en cualquier jurisdicción. Este cambio es especialmente relevante para los conductores en Río Grande, donde la aplicación ya ha comenzado a brindar servicios.

José, un chofer de Uber en la ciudad, destacó que este decreto es un avance significativo para los conductores. "El decreto permite que cualquier tipo de empresa prestadora de servicio de transporte, ya sea de manera tradicional o a través de plataformas digitales, pueda operar en espacios públicos", afirmó.

El artículo 19 del decreto menciona específicamente que en los aeropuertos y aeródromos nacionales, las plataformas digitales pueden acceder para el ascenso y descenso de pasajeros, un punto que José consideró fundamental para su trabajo. Sin embargo, a pesar de esta normativa, muchos choferes han enfrentado dificultades, como multas por parte de las autoridades municipales.

"Hay una especie de persecución por parte del transporte público y privado hacia los conductores de Uber", explicó José, añadiendo que esta situación ha creado un clima de tensión en la ciudad. En este contexto, se han planteado interrogantes sobre por qué el municipio no ha avanzado en un proyecto que regule adecuadamente el uso de estas plataformas.

Además, el decreto invita a las provincias y la Ciudad Autónoma de Buenos Aires a adherirse a esta normativa, lo que deja a cada jurisdicción la responsabilidad de implementarla. José se mostró optimista, pero también crítico: "No hay una ley que prohíba trabajar con plataformas digitales, pero siguen las multas. Esto se traduce en un costo que al final terminará pagando el municipio, es decir, los contribuyentes".

Sobre la situación actual en el aeropuerto de Río Grande, José mencionó que algunos choferes han comenzado a ingresar para recoger pasajeros, aunque aún existe una reticencia entre algunos de sus colegas. "He tenido pasajes al aeropuerto y he podido ingresar sin problemas, pero es cierto que hay quienes temen a las represalias", comentó.

En la búsqueda de una solución, se ha presentado un proyecto que busca regularizar el servicio de plataformas digitales en la ciudad, aunque su futuro es incierto. "El municipio debe considerar este proyecto y trabajar en conjunto con los conductores para establecer un marco que beneficie a todos", concluyó José.

Con este decreto, la situación del transporte en Río Grande podría transformarse, pero la implementación y la aceptación de estas nuevas normativas dependerán del diálogo entre los choferes, el municipio y los usuarios de estas aplicaciones.