El 20 de junio de 1992 un grupo de amigos se decidió por formar un club náutico, ni el más optimista hubiese proyectado la institución que hoy poseen, ni la cantidad de actividades que nacieron en Montilla 1047, esta institución nació casi un año después de la primera edición del Raid Náutico Internacional de Tierra del Fuego realizada en noviembre de 1991, en aquella oportunidad un grupo de aventureros de Porvenir y Río Grande organizaron una bajada por el río Grande, y fue tal el éxito alcanzado, que se vieron en la obligación de generar un club legalmente constituido para darle mayor seriedad al evento que habían generado.
Y con el correr de los años, no fue sólo bajar el río más importante de la provincia, también incursionaron por otros hilos de agua que hicieron historia dentro de la institución, como el Ewan Sur y en menor medida el río Chico y el Candelaria, y con el correr de los años apareció una de las aventuras más hermosas que tienen, navegar el lago Yehuin, el Yakush hasta llegar al Fagnano, una travesía de tres días por el corazón de la isla a través de una belleza inimaginable que sólo aquellos que han vivido la experiencia la pueden contar.
La actividad deportiva tuvo sus vaivenes; no siempre fue oro lo que brilló, hubo años de sequías donde le costó mucho al club sobrellevar la partida de socios que empujaban para vivir en constante movimiento, pero allí fue donde más se forjó el compañerismo para mantener viva la llama del canotaje en la ciudad.
En 32 años de vida, los socios del Club Náutico Ioshlelk Oten muestran orgullosos su sede social; de aquel nacimiento a la fecha, es increíble lo que han montado, quizás, y sin miedo a equivocarnos, la que más creció como institución, y la que debería ser un ejemplo de otros clubes que con más año en la ciudad, sólo cuentan con el nombre y sin una vida social como sí tienen los Amigos del Agua.
Hoy, en tiempo de balance, el club llora a su primer presidente, Carlos María Ratier se fue a principios de este año, pero su legado quedará grabado en todos los que lo conocieron y en los socios fundadores que junto a él ayudaron a construir este club emblema.
Muchos socios ya no están y sería injusto mencionar a todos por miedo de omitir a muchos de ellos, pero en este día especial, cuando vuelvan a crujir las brasas en la parrilla del quincho, cómo no recordar a Paulino Hernández, todo un personaje de la institución, ladero del Negro Ponce en la parrilla y que será inmortalizado en cada raid cuando los remeros paren en el “bosque de Paulino” para descansar y alimentar el alma con un rico aperitivo que él sólo se las ingeniaba para mantener unido al grupo y tener un momento de camaradería inolvidable.
En este cumpleaños número 32 cómo olvidarnos de muchos de los presidentes que dejaron su huella, luego de Ratier el club pasó manos de Ricardo Pereyra, de Carlos Hansen quien no tiene pensado cortar el cordón umbilical, lo mismo con Pablo Kommer quien en sus varios años de mandato será recordado como el hombre que más ayuda consiguió para seguir construyendo el futuro de la institución, y así podemos mencionar al ya mítico Luis Gamín, uno de los socios fundadores más jóvenes que tuvo la primera Comisión Directiva; Fabián Leiva y sus grandes logros, hasta llegar a la hoy única presidente electa en la historia, Karina Vásquez, alguien que siempre apoyó desde atrás y que llega con un apoyo unánime y con mucha gente con ganas de trabajar y poner en valor aún más, al club que aman.
Compartinos tu opinión