Este miércoles 28 de septiembre se cumple otro año más de la desaparición y búsqueda incesante de Sofía Herrera, desaparecida en el camping John Goodall de Río Grande. Previamente, la familia se detuvo en un supermercado para comprar algunas facturas y bebida, y en una estación de servicio donde se encontraron con otra pareja amiga y sus dos hijos, de 2 y 9 años.
Pasadas las 11.30 horas de aquel 28 de septiembre de 2008, Sofía, de tres años, se separó por unos instantes de sus padres y nunca más se supo de ella. Como cada aniversario de desaparición y búsqueda, los padres de Sofía vuelven a revivir cada momento, cada recuerdo y a llenarse de fuerza para como sea, mantener viva la búsqueda de su hija.
Pasaron 14 años de la desaparición de Sofía Herrera, en un camping donde fueron a pasar el día con otra familia amiga. Aun hoy, después de tanto tiempo no hay explicación posible para la tragedia, que una niña de tan solo 3 años y 9 meses desaparezca.
Las fuerzas de seguridad, miles de veces recorrieron cada tramo del camino de la casa de la familia, la parada en la estación de servicio y la Ruta 3 hasta el Camping John Goodall, donde estaban solo las dos familias y el cuidador al momento que Sofía desaparece.
Aun así, ni todas las hipótesis posibles lograron explicar que sucedió en ese lugar, a pesar del paso del tiempo aún no hay ninguna certeza. Se mantiene abierta la causa judicial que ha tenido hasta la colaboración del FBI y que actualmente se encuentra en vigencia un pedido de la Interpol para dar con el posible apropiador, pero sin resultados.
En septiembre de 2020, Interpol lanzó una “alerta roja” para la captura internacional de José Dagoberto Díaz Águila, apodado “Espanta la Virgen”, un jornalero chileno a quien se vinculó con la desaparición de la niña luego del testimonio de un testigo, de entonces seis años, que lo identificó como “el hombre que se llevó a Sofía”.
A partir de la notoriedad del caso, en 2019 se creó el sistema nacional ´Alerta Sofía´ que facilita rápidamente una mejor coordinación para la búsqueda y localización urgente de los niños, niñas y adolescentes desaparecidos, cuyas vidas corren un peligro inminente.
La esperanza se renueva con cada amanecer porque María Elena y Fabián saben que la búsqueda termina solo cuando encuentren a Sofía, y puedan llenar el enorme vacío que dejó en sus corazones y en la casa.
A 14 años nos solidarizamos una vez más con el dolor, la búsqueda y la esperanza que alguna vez, una de esas tantas pistas, sea verdadera y devuelvan a Sofía a su casa y a su familia.
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