Julian del Valle, un joven fueguino de 22 años, está a punto de vivir una experiencia única en el mundo de la ingeniería aeroespacial. Originario de Río Grande, se fue a Buenos Aires a los 17 años, tras terminar su ciclo secundario en el EPEIM, y desde entonces ha dedicado su vida a la ciencia y la tecnología espacial.

"Desde chiquito siempre me apasionó todo lo relacionado con el espacio, los cohetes, los satélites, la exploración espacial internacional. Fue una pasión que me acompañó toda la vida", comenta Julian, mientras rememora sus primeros pasos en el mundo de la ciencia.

Su interés por la ingeniería lo llevó a elegir la carrera de Ingeniería Mecánica en el Instituto Tecnológico de Buenos Aires (ITBA), donde encontró la oportunidad de ser parte de un proyecto que hoy lo tiene como protagonista. "Hablé con mi tío, que es geólogo, y me recomendó Litva, ya que me comentó que egresaban muy buenos profesionales. Al investigar más sobre la facultad, descubrí que habían participado en proyectos como el SAOCOM, uno de los primeros satélites argentinos. Fue ahí cuando supe que Litva era la opción correcta", relata Julian sobre el inicio de su aventura académica.

Con mucho esfuerzo y dedicación, Julian ingresó a la facultad, pasó su primer año de ingreso y luego cursó los cuatro años restantes de la carrera. Durante su tiempo en Litva, junto a un grupo de amigos, comenzaron a fomentar la parte aeroespacial dentro de la institución, un área que no estaba tan desarrollada. "Hace dos años formamos el Litva Rocketry Team, un equipo de alrededor de 50 alumnos que construye cohetes para participar todos los años en la IREC (International Rocketry Experimental Competition), la competencia internacional de cohetería experimental más grande del mundo", explica Julian con orgullo.

La competencia, que se lleva a cabo en Estados Unidos, reúne a más de 170 equipos de todo el mundo, con cerca de 4.000 estudiantes que se dan cita para medir sus habilidades en el diseño y lanzamiento de cohetes. "Es una competencia a nivel mundial, con equipos de todo el planeta, desde Sudamérica hasta Asia, pasando por África y Norteamérica. Este año, un grupo de entre 8 y 10 personas de Litva, entre alumnos y profesores, representarán a la Argentina", detalla el estudiante fueguino.

Julian se siente emocionado por lo que viene. "La competencia es en la segunda semana de junio, alrededor del 9 de junio. Allí estaremos, en Estados Unidos, listos para presentar nuestro cohete y dar lo mejor de nosotros. Es una oportunidad única para aprender, conectar con otros jóvenes apasionados por el espacio y seguir dando pasos firmes en este mundo tan fascinante".

Con su dedicación y su esfuerzo, Julian del Valle no solo está construyendo un cohete para competir en una de las competiciones más importantes del mundo, sino que también está impulsando el sueño de muchos jóvenes fueguinos que, como él, sueñan con un futuro en la ciencia y la tecnología aeroespacial.