En diálogo con Minuto Fueguino, Juan Ferrigno, propietario de la tradicional panadería Ferrigño ubicada en el barrio Chacra II de Río Grande, detalló la difícil situación que atraviesa su negocio debido al aumento constante de los costos de servicios e insumos, en medio de una caída en las ventas y un contexto inflacionario, Ferrigno describió cómo el impacto de la crisis económica ha puesto en riesgo la continuidad de su panadería, un comercio con años de trayectoria en la ciudad.
En primer lugar, Ferrigno comentó que la última factura de gas que recibió alcanzó los $345.000 mil pesos, una cifra que calificó como "impagable", explicando que "estamos viendo cómo hacer para pagarla, tal vez por semana, porque con las ventas cayendo y los costos subiendo, se vuelve muy complicado", explicó.
En ese marco, Juan indicó que, entre el pago del gas y el alquiler del local, se siente como si estuviera afrontando el pago de dos alquileres al mes "es imposible. Estamos haciendo lo que podemos, pero cada vez cuesta más", lemantó.
En este sentido, el propietario de la panificadora señaló que uno de los puntos más críticos para la panadería Ferrigño es el encarecimiento de los insumos esenciales como la harina y la margarina, explicando que antes de la crisis podía comprar entre 40 y 50 bolsas de harina, mientras que ahora se ve obligado a adquirir apenas 10 bolsas por vez "voy comprando de a poco, ya no puedo abastecerme como antes", comentó y señaló que esta reducción afecta la producción diaria de la panadería.
A su vez, resaltó que lo mismo ocurre con otros insumos clave, como la margarina, que también ha debido ajustar a la baja "cada vez compramos menos. El negocio no está generando lo suficiente para mantener el ritmo que teníamos antes", dijo muy angustiado.
Por otro lado, Ferrigno subrayó que para poder mantener su panadería en funcionamiento, el precio del kilo de pan debería estar entre $2.500 y $3.000, una cifra que considera necesaria para cubrir costos y obtener una mínima rentabilidad. Sin embargo, el comerciante mantiene el precio en $2.200 pesos, a pesar de que eso lo deja al borde de la pérdida "si lo subo más, corro el riesgo de perder a los pocos clientes que siguen comprando", explicó, enfatizando en la difícil situación que también atraviesan los consumidores.
Entonces, Ferrigno destacó que los clientes han reducido considerablemente su volumen de compras "la gente compra lo que puede, ya no es como antes. Se llevan lo justo y necesario, y muchos ya ni siquiera pueden permitirse comprar pan de forma regular", señaló. A esto se le suma que en muchos casos, los clientes prefieren los productos del día anterior, que se venden a un precio más bajo "se vende mucho el pan del día anterior porque es más barato. Sobran productos, y lo poco que queda, lo ofrecemos más económico", mencionó.
En este punto, Juan indicó que la crisis no solo le afecta a él como dueño del negocio, sino también a sus empleados "no quiero despedir a nadie, sería una persona más que se queda sin trabajo", afirmó. En su esfuerzo por mantener a su equipo, ha optado por reducir las horas de trabajo en lugar de realizar despidos "les digo a los chicos que busquemos opciones para salir adelante juntos, pero se nos complica", confesó.
Otra tendencia que ha observado en los últimos meses es el incremento en el uso de tarjetas de crédito para realizar compras "antes, el 80% de las ventas era en efectivo y el 20% con tarjeta. Ahora es al revés", indicó Ferrigno.
En cuanto a las inspecciones y controles municipales, Ferrigno expresó su frustración "nos sentimos muy presionados. Sabemos que los controles son necesarios, pero lo que pedimos es que vengan con la intención de ayudar, de ofrecer soluciones, en lugar de hacernos sentir más acosados", comentó, explicando que las inspecciones constantes generan un ambiente de incertidumbre y preocupación entre los comerciantes.
Por útlimo, Juan Ferrigno resaltó que la situación no afecta solo a su panadería, sino a muchos otros comercios en la misma situación "la gente cree que uno es el único que la está pasando mal, pero todos los negocios están igual o peor", concluyó.
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