En un conmovedor diálogo con FM Del Pueblo, Margarita Maldonado, integrante del Pueblo selk'nam, compartió sus pensamientos sobre el reciente pedido de perdón hecho por la comunidad salesiana durante la inauguración de la cuarta Expo Agroproductiva en la Misión Salesiana. En el acto de apertura, un sacerdote reconoció los errores del pasado cometidos contra el pueblo indígena y ofreció disculpas en nombre de la institución. Este gesto, que Margarita calificó como "un acto de grandeza", representa un intento de sanar heridas históricas y construir un camino de reconciliación.

Para Margarita, la Misión Salesiana tiene un valor personal profundo, ya que su madre, Herminia Vera, vivió allí y la consideraba su hogar. “Es un lugar muy importante y fuerte para nosotros. Mi madre siempre recordaba que fue muy feliz ahí, pero también sufrimos por las prohibiciones, como la de no poder hablar nuestra lengua originaria, la lengua ona,” expresó. Esta restricción del idioma es uno de los traumas históricos que los selk'nam aún recuerdan, y que Margarita señaló como parte de lo que necesita ser reconocido y reparado.

Margarita describió el encuentro privado que tuvo con sacerdotes llegados desde Roma, quienes la escucharon compartir su experiencia y las demandas de su comunidad. Fue en esa conversación que Margarita pidió una disculpa formal, un reconocimiento de los daños del pasado. “Muchos dicen que las disculpas no borran la historia, pero si queremos cambiar el mundo, tenemos que empezar por perdonar. Necesitamos avanzar hacia un mundo mejor desde el perdón, no desde el odio,” reflexionó. Para Margarita, este acto de disculpa debe ser sincero y realizado desde el corazón; solo así podrá ser un primer paso en el largo proceso de reconciliación y sanación.

El pedido de perdón realizado por los salesianos fue, en palabras de Margarita, un gesto que "habla de la grandeza" de la comunidad salesiana actual. Sin embargo, fue más allá y resaltó la importancia de construir un presente de respeto hacia los pueblos originarios. Margarita explicó que, a pesar de los cambios, aún existen expresiones de "violencia simbólica" que sienten en la vida cotidiana. "Nos aceptan, pero no podemos decir que estamos plenamente reconocidos como un pueblo vivo, tanto a nivel provincial como nacional," comentó, evidenciando la lucha constante del Pueblo selk'nam por ser valorado y respetado en su identidad y cultura.

En este contexto, Margarita hizo un llamado a la sociedad y a las generaciones actuales a cuidar la isla de Tierra del Fuego y a preservar su legado natural y cultural, señalando que el pueblo selk'nam siempre tuvo una relación respetuosa con la tierra. "Nosotros amamos la tierra y la cuidamos, la respetamos porque no había nada que la contaminara. Hoy vemos playas, bosques y la ciudad misma llenos de basura, y seguimos pidiendo limpieza sin comprometernos en ello. Debemos asumir la responsabilidad de cuidar este lugar, no esperar que otros lo hagan por nosotros,” afirmó.

Finalmente, Margarita enfatizó que esta reconciliación no se trata de "olvidar" el pasado, sino de "construir un futuro" a partir de él. “Dejemos de lado el odio, los rencores y las venganzas. Levantemos a nuestro pueblo con amor y respeto por lo que nos dejaron nuestros ancestros.” En esta frase, Margarita encapsula su deseo de que el perdón y el respeto mutuo puedan abrir un nuevo capítulo en la historia de Tierra del Fuego, en el que los pueblos originarios sean reconocidos y valorados plenamente, no solo por sus raíces históricas, sino como una comunidad viva y activa en el presente.