Mamerto Liquín, padre de Santiago, joven fallecido hace tres años tras ser atropellado cuando se dirigía a la serenata estudiantil, busca enviar un mensaje de esperanza y apoyo a otras familias en duelo. "La presencia de ustedes me fortalece", expresó, refiriéndose a los amigos, vecinos y profesores que han estado presentes. "El mensaje desde mi lugar es que, a pesar de lo que me toca vivir, estoy aquí para ayudar y colaborar. La muerte de Santiago servirá para concientizar, principalmente a los conductores, porque un irresponsable al volante le quitó la chance de vivir y cumplir sus metas."
Respecto a la sentencia del caso, Mamerto no se muestra conforme: “No estamos conformes; habíamos solicitado a nuestro abogado una condena mayor, ejemplar. Pero nos dijeron que las leyes vigentes solo permitían lo que se dio". Ante la justicia, su expectativa era clara: "Esperaba que le quiten el registro de conducir por más tiempo y que la persona cumpliera al menos un par de años de prisión. Santiago perdió la vida; él ya no va a estar con nosotros, y al menos que esta persona sepa lo que se siente".
Mamerto relató que en una ocasión vio al responsable del accidente conduciendo una moto, a pesar de tener prohibido manejar. “¿Cómo obtuvo el carnet? Es una persona engañosa, irresponsable y bastante soberbia", describió, expresando su descontento y frustración al ver que la ley no ha sido efectiva en este sentido.
Si bien ha notado algunos avances en los controles de tránsito por parte del municipio en fechas especiales, Mamerto considera que las medidas son insuficientes: "Una multa no basta. Queremos que se incorpore a la ley que quien cause la pérdida de una vida pierda la posibilidad de manejar". Además, resaltó la importancia de que el municipio implemente mejores señalizaciones y reductores de velocidad en zonas de riesgo, especialmente en la calle Almirante Brown, donde un semáforo que permanece en verde todo el tiempo incentiva a los conductores a ir a gran velocidad.
Desde el primer momento, la familia de Santiago ha trabajado para que su memoria no se pierda y para generar cambios en su comunidad. Con apoyo del Espacio Joven y el municipio, lograron la creación de un mural en su honor. “Nos ayuda bastante a nosotros, y nos hace pensar que la muerte de Santiago no va a ser en vano”, expresó Mamerto. Aunque la ordenanza que solicitaron no se aprobó completamente, el padre de Santiago confía en que los cambios continúen y persistan.
En un mensaje emotivo, Mamerto recordó la razón por la que su hijo acudía a la serenata: “Es un premio al esfuerzo de los jóvenes, y quiero pedirle a los conductores que tengan mucho cuidado. Conducir a velocidad o bajo los efectos del alcohol es irresponsable; si somos responsables, cumplamos con la ley de alcohol cero. Cuidemos a nuestros jóvenes, porque son el futuro”.
Cada vez que la familia pasa por la avenida San Martín, el lugar del accidente, el sentimiento de pérdida es inevitable: “Nos produce mucho enojo y dolor, y este dolor nos va a acompañar hasta que dejemos este mundo”, afirmó Mamerto. La presencia de los amigos y compañeros de Santiago en estos momentos sigue siendo un alivio para la familia.
Liquín concluye con una reflexión sobre la lentitud y falta de sensibilidad en el sistema judicial, al señalar que su caso aún está en casación. “Esperamos que el Tribunal Superior de Justicia ratifique la sentencia, aunque para mí lo que le dieron a esta persona fue un premio, no una condena. Para todos los que hemos perdido a un ser querido por un conductor irresponsable, ojalá que se haga justicia, y que los encargados de impartirla sean más empáticos y rápidos en estos casos”.
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