Yanina Alarcón es una de las 30 personas que fueron estafadas por la empresa de viviendas Amanecer la cual registra denuncias desde el 2018.
En diálogo con Aire Libre, Yanina comentó que “quiero hacer de público conocimiento esto a la comunidad porque fuimos estafados por esta empresa. En agosto del 2021 empezamos a pagar las cuotas, porque ellos te ofrecen un plan de 120 cuotas y cuando llegas a la cuota 60 vos tenés el derecho de hacer el pedido de construcción de la vivienda. En agosto del 2021 pagamos la primera cuota y en diciembre de ese mismo año cuando llevábamos 4 cuotas pagas, salimos sorteados en el crédito PROCREAR para la construcción porque nosotros ya teníamos el lote. Una vez que presentamos los papeles y nos dieron la confirmación del Banco Hipotecario, ese desembolso se nos hace en marzo del 2022 y ya llevábamos ocho cuotas pagadas.”
Continuando con el relato, agregó que “nos asesoramos bien con quien era apoderado de la empresa para ver si ellos podían recibir la cancelación total de la casa y nos dijeron que no había ningún problema y que íbamos a tener prioridad en la construcción porque lo que estábamos haciendo era cancelar las 120 cuotas juntas. El 31 de marzo del 2022 fuimos al Banco Hipotecario de Ushuaia, hicimos las transferencias correspondientes al CBU que nos dieron de la empresa y le cancelamos la totalidad de la casa. En su momento pagamos una casa de 57 metros cuadrados y el modelo de procrear era de 60 metros cuadrados. Y pagamos aparte los tres meros cuadrados y además cobramos un ítem en concepto de flete porque las casas son prefabricadas y ellos te cobran el flete desde Bahía Blanca”.
“Pagamos todo y nos dijeron que para hacer el pedido yo tenía que tener todos los planos municipales, el cartel de obra que era lo que me habilitaba a construir y por mi cuenta debía correr la platea y la pared cortafuego que ello estaba por contrato. Nosotros le cancelamos aproximadamente, en ese momento, 3 millones doscientos mil pesos, y con el remanente, hicimos la pared, la platea y demás. Como se demoraron los planos, esperamos el cartel de obra y en agosto y septiembre hicimos la platea y el cortafuego y ahí mandamos la primera carta documento a la empresa haciendo el pedido para que cumpla con su parte porque lo que corría por nuestra cuenta ya estaba cumplido”.
Asimismo, indicó que “en septiembre cuando presentamos todo, la persona administrativa que trabajaba en la recepción de la empresa nos dice que estaban atrasados terminando con toras viviendas y cuando finalizaban empezaban la casa para noviembre. Desde la empresa nunca se comunicaban con nosotros para avisarnos cómo venían. A partir de ahí lo único que hicieron fue poner excusas. El 10 de diciembre nos dijeron que cerraban por vacaciones y el 12 de enero nos acercamos nuevamente que era cuando abrían de nuevo y nos dijeron que se estaban acomodando y que tenían que contratar a un maestro mayor de obra porque el que tenía había renunciado. Yo iba cada dos semanas y todo el tiempo era una excusa nueva. La obra fue mínima porque el 30 de marzo de este año lo que hicieron fue a llevarme unos paneles que los dejaron tirados en mi terreno y me dijeron que iban a empezar con la casa. Fueron 10 paneles tirados arriba de la tierra, quedó a la intemperie y con mi esposo le pusimos una lona para preservar lo poco que teníamos. Después se comunicaron de nuevo con nosotros para ir a levantar los paneles y se les dio como una estructura, no techaron, quedaron a la intemperie y lamentablemente lo poco que le sacamos a la empresa se terminó pudriendo”.
Según precisó la damnificada, la persona responsable de la empresa “se llamaba Bárbara y la oficina ya está cerrada. Ella vino en marzo del año pasado y somos 30 familias las damnificadas y sabemos de familias que están esperando su casa desde el 2018. Hay una gran demanda previa a nuestra denuncia, por lo cual, nos autoconvocamos e hicimos una denuncia colectiva en defensa al consumidor y después cada familia de forma individual lleva su cuestión legal. antes se presentaban a las audiencias para ver si llegaban a un acuerdo y no cumplieron en nada. Ahora tenemos un grupo donde no se presenta el abogado, las oficinas están cerradas y la puerta está llena de notificaciones pegadas que dejan del correo, pero alguien las saca. Hace tres meses no hay respuesta”.
Según pudo averiguar este medio, el dueño del local donde funcionaba la empresa Amanecer, solicitó a toda la comunidad que no envíen más notificaciones porque hace tres meses dejaron de estar en la ciudad. “Se fueron dejando deuda”, relató el propietario del local.
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