La madre de un joven internado en el Sanatorio Fueguino de Río Grande ha denunciado graves deficiencias de higiene y atención en el establecimiento. La mujer, que también enfrenta una discapacidad, expresó su desesperación por la falta de respuestas y las condiciones inadecuadas para el cuidado de su hijo, quien sufre una grave infección en el oído.
“Tuve que internar a nuestro hijo, es un desastre. Está todo sucio, la sábana está manchada, el colchón es un desastre, y las paredes están sucias. Lo que más me preocupa es que no sé si le están dando el medicamento que le corresponde”, declaró la madre.
Eduardo Machado y Margarita Fernández, padres del joven internado, también manifestaron su inquietud: es un desastre. Quieren cobrar un coseguro y no tienen comida para el acompañante. Estamos muy preocupados, sobre todo porque no quiero pensar que no le están dando la medicación que le corresponde".
La madre del joven explicó: “He trabajado en otros sanatorios y jamás vi el abandono que hay aquí. A mi hijo se le instaló la batería, que supuestamente era la otra que tuvo en otro oído, y le dije al médico: ‘¿Qué quiere, que le agarren la meningitis?’. Estamos en Tierra del Fuego, si le agarra la meningitis, capaz que me derivan de urgencia al hospital. Estoy muy descompuesta. Si haces una pregunta de enfermería, te tratan mal. Me dijeron: ‘Si querés, anda al hospital’. ¿Por qué no te fuiste a atender al hospital? Porque opté por tener esta obra social. Nunca pensé que estaba tan abandonado el sanatorio. El coseguro por día nos sale 8.000 pesos”.
La madre también enfatizó: “Estamos hablando de un dinero que no se ve invertido en la habitación. Capaz que para ellos no es nada, pero la pared tiene manchas de sangre. Cuando mi hijo se levantó para bañarse, estaba todo manchado. Dicen que eso era pervinox”.
Por último, fue consultada sobre si creen que se debería realizar alguna intervención por parte de alguien que administre el sistema de salud, considerando las condiciones del sanatorio. “Yo creería que sí, porque una salita médica creo que está más limpia que esto. Las chicas de limpieza no tienen la culpa; la responsabilidad recae en el sanatorio, que es propiedad de la UOM. Por mucho que se laven las manos, el sanatorio es de ellos. Me conocen bastante bien; tuve tres males tránsitos en Tierra del Fuego y terminé derivada en Buenos Aires con mi columna”.
Compartinos tu opinión