En el marco de la celebración de Halloween, el secretario del Consejo de Pastores, Jorge Cayo, expresó su preocupación respecto al impacto de esta festividad, especialmente entre los jóvenes y niños. Cayo explicó que, si bien Halloween puede parecer un juego inocente, especialmente en actividades como el tradicional "dulce o truco", detrás de esta celebración existen prácticas y simbolismos que pueden tener consecuencias espirituales.

Para Cayo, la participación en Halloween puede involucrar a los jóvenes en situaciones de manipulación espiritual que derivan en problemas de sueño y alteraciones emocionales. “No es un juego”, sostuvo, agregando que en su iglesia se realiza una labor educativa para advertir sobre los riesgos de involucrarse en prácticas ocultistas.

Asimismo, Jorge Cayo destacó que la fe en Jesucristo ofrece una alternativa de paz y salvación, invitando a las familias a acercarse a la “luz” y los valores cristianos. La iglesia que representa organiza la “Fiesta de la Luz” como una opción segura y alegre para que los niños celebren de forma positiva.