El empresario de la carne, Alberto Samid, lanzó fuertes críticas a la situación de los precios de los alimentos en Tierra del Fuego, calificando de "robo a mano armada" el costo de la carne en la provincia más austral del país. Durante una entrevista con TVP Noticias Tierra del Fuego, Samid explicó que el precio de un kilo de asado, que puede alcanzar los 20 mil pesos, responde a una combinación de factores como el monopolio comercial, las barreras sanitarias y los bajos salarios.
"En Tierra del Fuego, un kilo de asado puede llegar a costar 20 mil pesos, algo impensado en otras partes del país. Esto sucede porque no hay competencia. Unos pocos manejan los precios de todo, no solo de la carne, sino también de los alimentos en general. Esos supermercados anónimos que dominan el sur imponen los valores que quieren, y el resultado es que la gente queda atrapada, sin alternativas", aseguró.
Samid también apuntó contra la barrera sanitaria de la Patagonia, calificándola como un obstáculo artificial que solo beneficia a ciertos sectores: "La barrera sanitaria es un verso que los grandes jugadores del mercado usan para justificar precios altos. ¿Cómo puede ser que en el norte del país se pueda comer carne con hueso y en el sur no? Es ridículo. Este tipo de medidas solo refuerzan los monopolios y perjudican a la gente común".
Además de la carne, el empresario señaló que el problema del costo de vida en Tierra del Fuego se extiende a otros productos básicos: "La verdura y la fruta también son carísimas. No es solo la carne, es todo. Y lo peor es que los salarios son miserables. Aunque los precios bajaran un poco, la gente seguiría sin poder comprar lo suficiente para vivir".
En este sentido, Samid destacó que los altos costos no solo afectan a los consumidores, sino que también han llevado a una caída histórica en el consumo de carne: "El año pasado, el consumo de carne bajó como no lo hacía desde hace 30 años. La gente se está volcando al pollo porque parece más barato, pero eso también es un engaño. El pollo tiene agua, hueso y piel; no rinde como la carne. Comprás un kilo, pero al cocinarlo te queda mucho menos".
El empresario también cuestionó la falta de políticas para incentivar la producción ganadera en el país: "Cada vez tenemos menos vacas en Argentina. Perdimos 800 mil madres en los últimos dos años. Mientras países como Brasil, Uruguay y Paraguay trabajan para aumentar su stock ganadero, acá parece que hacemos lo contrario. Esto también impacta en los precios y en la disponibilidad de carne".
En cuanto a las posibles soluciones para aliviar la situación en Tierra del Fuego, Samid fue contundente: "Si quieren que el precio de la carne en la Patagonia sea igual al del resto del país, tienen que eliminar la barrera sanitaria. Permitir que entre carne con hueso resolvería gran parte del problema. Pero mientras estas medidas sigan vigentes, los fueguinos van a seguir pagando precios exorbitantes".
Finalmente, Samid expresó su preocupación por la situación económica general de los consumidores en Tierra del Fuego: "Hoy en día, con estos salarios y jubilaciones, es imposible vivir dignamente. El gobierno puede decir que le va bien, pero a la gente le va cada vez peor. No alcanza para comer, y la sensación es que nadie hace nada para cambiarlo".
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