La vida de Sergio Baroni y su familia dio un giro inesperado en un breve lapso de tiempo. Estefanía García, su esposa, compartió su desgarradora historia sobre la batalla que enfrenta Sergio contra la leucemia, una enfermedad que llegó sin previo aviso y que ha puesto a prueba su fortaleza y la de su entorno.
"Mi marido fue a hacerse un estudio a la mañana y, a las pocas horas, lo llamaron para internarlo. Al día siguiente ya estábamos en Buenos Aires, derivados", relató Estefanía, quien ha estado a su lado durante este proceso. La leucemia que padece Sergio es una de las más severas, y su tratamiento ha demandado una constante necesidad de donantes de plaquetas.
"Él recibe transfusiones de plaquetas de 3 a 5 veces por semana. Estas plaquetas se obtienen de una sola persona para minimizar la exposición a anticuerpos, algo crucial para su futura recuperación", explicó Estefanía, quien no solo enfrenta la preocupación por la salud de su esposo, sino también la dificultad de conseguir donantes en un contexto donde la necesidad es apremiante.
La familia ha estado en contacto permanente con el Banco de Sangre y la Asociación Fuesa, quienes anteriormente organizaron colectas en Río Grande. "Sería ideal retomar esas iniciativas. En el pasado, se lograron reunir hasta 100 muestras en una sola colecta", comentó. La necesidad de sangre y plaquetas no solo afecta a Sergio; muchas familias en situaciones similares enfrentan el mismo desafío.
A pesar de la adversidad, Estefanía destaca la fortaleza de Sergio. "Él tiene un estado de ánimo increíble. La primera etapa de la quimioterapia la pasó con éxito, y aunque ahora estamos lidiando con una bacteria debido a sus defensas bajas, está respondiendo bien al tratamiento", comentó con esperanza. Sin embargo, el día a día en el sanatorio es complicado. "Vivo con él aquí, tomando todas las precauciones posibles. Los médicos entran con equipos de protección, y él está siendo monitoreado constantemente", agregó.
Estefanía también hizo un llamado a la comunidad. "Si hay personas que puedan donar, les pido que se acerquen a los centros de donación y mencionen que es para Sergio Baroni. También es vital que se retome la colecta de sangre que se hacía en Río Grande", solicitó. Para donar, se requiere que los donantes tengan un peso mínimo de 60 kg y que cumplan con ciertos criterios de salud.
La historia de Sergio es un recordatorio de que las enfermedades pueden afectar a cualquiera en cualquier momento. "No esperamos que esto nos pase a nosotros. Quiero que la gente entienda que necesitamos donantes, y no solo para Sergio, sino para muchas personas que enfrentan situaciones similares", enfatizó Estefanía.
Finalmente, Estefanía instó a la población a considerar también la donación de médula ósea, un proceso que puede salvar vidas y que muchas personas desconocen. "Cualquier persona entre 18 y 40 años puede registrarse como donante de médula. Es un proceso simple y puede marcar la diferencia en la vida de alguien", concluyó.
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