Por Radio Provincia 99.9, el biólogo e investigador principal del CADIC- CONICET, Adrián Schiavini, hizo un análisis dimensional del daño del fuego en la Reserva Corazón de la Isla en Tolhuin. En ese sentido, planteó distintas alternativas para la eventual recuperación del bosque nativo.

El biólogo e investigador principal del CADIC, Adrián Schiavini, consideró que la recuperación de la vegetación quemada podría tardar décadas y en algunos casos centurias. “Eso va a depender por un lado de hacia donde vaya el clima, en términos regionales, si se continua esta tendencia de aumento de temperatura y aridización que se está viendo en la Patagonia, le va a hacer más difícil al bosque recuperarse en la velocidad que lo podría hacer en una condición más húmeda”.

En tal sentido, consideró también los efectos sobre el suelo, “una cosa es la recuperación del bosque, que puede ser bastante rápida si no se quemó mucho el suelo que es donde se alojan un montón de organismos que son el sustento para la vida de otros organismos y entre ellos, los árboles. Eso es vital, hasta qué punto se quemó el suelo”.

Para sustentar su presunción, informó que, “en Tierra del Fuego hay evidencia de presencia de incendios en el siglo pasado, hoy en día si uno recorre estancias o zonas del eco tono, la gente comenta de espacios incendiados en la época del 40 o del 50, hoy lo ves y te parece un bosque normal entre comillas, pero por supuesto que no lo es porque es otra cosa distinta a lo que había antes”.

Sin embargo, enfatizó, “pero se va a recuperar, va a tardar décadas y en algunos casos centurias. Ambientes como los turbales, por ejemplo, no se van a recuperar en miles de años, porque tiene un ritmo de crecimiento muy lento”.

“Lo más probable que suceda es que esos lugares que tenían vegetación cuya recuperación tardaría centenares de años, sea remplazada por otra cosa, que es mucha más rápida en crecimiento y que puede avanzar sobre ambientes disturbados como pueden ser arbustales o lengales, la lenga es muy adaptable”, avizoró.

En esa línea, planteó que la futura recuperación será muy distinta a lo que estuvo hasta que se desató el incendio, “siempre y cuando no metamos herbívoros domésticos para que no se repita lo que sucedió en El Quemado, que no se recuperó porque le metieron vacas, no por otra cosa”.

Por otro lado, hizo alusión al control de especies exóticas, “es otro problema ya que se encarga de comerse toda la regeneración vegetal. Ahora hay que ver lo que quedó y en función de eso ver donde se puede replantar y donde la regeneración natural puede trabajar por sí misma”.

“No perdamos de vista que el bosque fueguino tiene una dinámica de regeneración muy asociada a la generación de claros, cuando se produce un volteo de árboles se abre el dosel, y esa luz permite que las plántulas crezcan”, y en el caso del incendio, agregó, “esto es algo parecido, se producen clareos, pero para las plántulas podrían crecer en los lugares donde el fuego pasó por arriba. Eso va a depender de las condiciones locales de lugar en particular, eso será materia de estudio por la gente de Bosque seguramente”.

Finalmente, expresó que, si continúan sucediéndose años de prolongada escasez de lluvias, eso va a facilitar la instalación de especies que se adaptan a condiciones de menor humedad como arbustos y pastizales. “Eso compite con las plántulas de bosque, no las deja crecer. Ahí habría que ver si hacer una intervención para mejorar la capacidad de adaptación de los árboles”, recomendó Adrián Schiavini.