El biólogo e investigador del CONICET, Gustavo Alejandro Lovrich, brindó detalles sobre los desafíos que tiene la Red Federal de Monitoreo Ambiental y sobre la puesta en marcha del observatorio del monitoreo marino que se inauguró hace 10 días en Isla Redonda y “es un sistema que va a abarcar varios puntos de Argentina para monitorear los parámetros ambientales del mar”.

Al respecto, comentó que “en Argentina nos pasó no haber tenido un sistema de monitoreo del ambiente marino que nos permita tener datos históricos que nos sirvan para constatar respecto del cambio climático global. Como todos saben es más evidente en los polos y en sus áreas cercanas, pero Argentina no tiene un sistema unificado de datos del mar y esta iniciativa (ROMA) viene a llenar ese vacío y empezó a monitorear los datos ambientales hace relativamente poco”.

En este sentido, precisó que “esta red de monitoreo ambiental es uno de los proyectos que sustenta Pampa Azul que se denomina así porque es como la exención de una superficie muy basta debajo del mar y esa superficie tan extensa, entre otras cosas, provee alimentos. La iniciativa articula entre muchas instituciones, proyectos que tengan que ver con el ambiente marino que va desde las cuestiones de servicios y alimentación que es la provisión de pesca, pero servicios ambientales como este monitoreo”.

El biólogo fueguino sostuvo que “los indicadores obtenidos son recientes y los que hay son difícilmente contrastables con datos históricos porque justamente datos de hace 30 y 40 años son los que faltan. De cualquier manera, hay evidencias de la retracción de los glaciares y eso en el mar, en particular en el Canal Beagle, se puede verificar porque hay un aumento del aporte de agua dulce, pero, además, lo que también se espera, es un aumento de la acidificación porque el dióxido de carbono atmosférico se disuelve en el hielo de diferente manera que en el aire, y ese hielo, hace que aumente la acidificación”.