Matías Villarroel, ganador del último Rally Petróleo y Estancias, ya está en plena preparación para el Gran Premio de la Hermandad. “La verdad que pudimos ganar el Rally de las Estancias y el petróleo, así que ahora nos estamos preparando para el Gran Premio de la Hermandad y nos falta poquito”.
El año pasado, Villarroel ganó el Gran Premio de la Hermandad como navegante, pero este año competirá con su propio auto. “Por suerte ya es la segunda vez que pude ganar el año pasado. Ganamos la General con Jacob Masle, un piloto que obviamente va por la repetición de la victoria. Es mi sueño ganar la Hermandad manejando, así que nos estamos preparando para eso”.
Villaroel competirá en la categoría D. “para mí es la mejor categoría que hay, es la estándar y donde van los pilotos más ásperos de Ushuaia y Río Grande. Vamos a ver qué papel hacemos”.
La preparación del vehículo para el Gran Premio de la Hermandad implica una inversión considerable. “Hoy tenés alrededor de 5 millones de pesos, más o menos, para estar en línea de largada con el auto de carrera, el mecánico, logística y cubiertas, y por ahí te quedas corto. Ese es más o menos el número redondo que hay que usar para esta carrera”.
Además del costo del auto, hay otros gastos como los auxilios y la estadía, incrementados por el hecho de que la carrera se larga desde Chile. “La hoja de ruta, que es mucha plata, tenés como 80 mil pesos por hoja de ruta, entre nafta, comida y si te quedas a dormir. El número es muy alto, prácticamente el mismo de cada año, si querés hacer un buen papel”.
El recorrido del Gran Premio de la Hermandad, que inicia en Chile y termina en Río Grande, tiene sectores que Villarroel considera estratégicos. “El que más me gusta a mí es en Chile Cameron Roofing, y nuestra parte de acá también. Nosotros siempre apostamos a donde más diferencia se hace, que es en el lado chileno, con la hoja de ruta. La carrera se define ahí para mí, así que donde más laburamos es ahí y en Las Flores”.
Actualmente, Villarroel está ultimando detalles para la competencia. “Nosotros terminamos rally hace una semana, el auto está ya en el taller para poner todos los repuestos que compramos, hacer hoja de ruta y prepararnos ya para la carrera. Para mí es la más importante del año, así que trabajamos con todo el esfuerzo para poder ganar, si Dios quiere”.
Para cubrir los costos de la carrera, Villarroel cuenta con el apoyo de varios patrocinadores. “La verdad que uno labura durante el año para ahorrar, tengo muchos oficiantes que me dan una mano muy grande. Gracias a ellos estoy prácticamente en casi todas las carreras. La ayuda, sea poca o mucha, siempre es valiosa”.
Finalmente, Villarroel comparte su anhelo de seguir los pasos de su padre. “Mi viejo tuvo la oportunidad de ganarla tres veces, yo una con él, así que ojalá que se me cumpla el sueño. Este año creo que estamos mejor que nunca, así que vamos a tratar de traer para acá la copa”.
En cuanto a la competencia, Villarroel reconoce los desafíos pero también las oportunidades. “El año pasado surgió algo que en el cordón baqueano Nacho Pablo de Ushuaia, de mi categoría, le ganó a nosotros. Pero prácticamente son estrategias de carrera. En tramos complicados y de hielo se les puede ganar a los autos más potentes”.
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