La 49ª edición del Gran Premio de la Hermandad argentino-chilena, uno de los eventos automovilísticos más importantes de la región, se celebrará el próximo 18 de agosto, comenzando y terminando en Porvenir, Chile. Este evento emblemático, que reúne a pilotos de ambos países, ya cuenta con 148 binomios inscritos, y se espera abrir una ventana más de inscripciones en los próximos días.

En comunicación con Radio Provincia, Osvaldo Nieto, presidente del Automóvil Club Río Grande y de APAP, ofreció detalles sobre los preparativos y los desafíos logísticos que enfrentan este año. Nieto mencionó que la verificación técnica, administrativa y de seguridad para los pilotos de Ushuaia se realizará en el microestadio José Cochocho Vargas, donde los autos serán exhibidos para que la comunidad pueda verlos y tomar fotos. "Es una excelente oportunidad para involucrar a la comunidad en la carrera", comentó Nieto, destacando la importancia de mantener el espíritu de la carrera vivo en ambos lados de la frontera.

Sin embargo, las condiciones climáticas y la situación económica plantean desafíos adicionales. "Este año, la carrera comienza y termina en Chile, lo que significa más gastos para los pilotos argentinos, incluyendo una noche adicional en hotel y más comidas", explicó Nieto. A pesar de estas dificultades, el número de inscripciones sigue siendo alto, demostrando el amor y el compromiso de los pilotos con esta carrera histórica.

Nieto también habló sobre el impacto del clima en los preparativos. "Este año ha sido especialmente frío, y el deshielo está complicando los caminos de la hermandad. Estamos trabajando arduamente con Vialidad para reparar las rutas y garantizar que estén en las mejores condiciones posibles para la carrera", indicó. Además, se están realizando reuniones con las fuerzas de seguridad, como gendarmería, policía y bomberos, para coordinar los esfuerzos de apoyo durante el evento. "Es crucial tener todo listo y coordinado para asegurar la seguridad de los pilotos y del público", añadió.

En cuanto a los aspectos técnicos y logísticos, Nieto mencionó que en los primeros días de agosto se intensificarán las reuniones y los controles. "Nos quedan 20 días críticos para ultimar detalles. Estamos organizando reuniones en la frontera, ajustando los puestos de comunicación y coordinando con las autoridades chilenas para garantizar que todo esté en orden", explicó. También se están cerrando acuerdos con las fuerzas de seguridad y los servicios de emergencia para asegurar que todo funcione sin problemas durante la carrera.

La comunidad y los equipos de apoyo están trabajando arduamente para asegurar que todos los aspectos de la carrera estén listos para el 18 de agosto. "Es un esfuerzo monumental, pero la dedicación de todos los involucrados es impresionante", concluyó Nieto, subrayando el compromiso de los organizadores y de los pilotos con el éxito del evento.

La expectativa es alta, y tanto los pilotos como los aficionados esperan con ansias el inicio de esta edición del Gran Premio de la Hermandad. La carrera no solo es una prueba de habilidad y resistencia para los pilotos, sino también un símbolo de la cooperación y la amistad entre Argentina y Chile. "Cada año, esta carrera nos recuerda la importancia de la hermandad entre nuestros pueblos", dijo Nieto.

Los últimos días antes del evento serán cruciales, con reuniones finales en la frontera y ajustes logísticos necesarios para garantizar que la 49ª edición del Gran Premio de la Hermandad sea memorable y segura para todos los participantes y espectadores. "Estamos comprometidos en hacer de este un evento seguro y emocionante para todos", afirmó Nieto, invitando a la comunidad a participar y apoyar a los pilotos en esta aventura única.