El secretario General de SUTCAPRA, Raúl Bombares, brindó declaraciones sobre el caso de Micaela Ibarra, una joven que sufrió graves lesiones en la cara durante un incidente en el boliche Maldito Ibiza, en Río Grande. El hecho ocurrió el 25 de diciembre del año pasado y Bombares ha mantenido comunicación constante con el padre de Micaela desde entonces. “Estamos en contacto permanente, siempre preguntando por su salud porque el problema sucedió en un lugar donde nosotros tenemos a nuestros representados como controladores de admisión y permanencia", explicó.
El secretario señaló que el protocolo no fue respetado esa noche, lo cual agravó la situación. "El trabajador de admisión y permanencia debe permanecer dentro del espacio donde desempeña su función, pero en este caso, salió a pelear a la vereda, lo cual está prohibido por ordenanza municipal y por la ley nacional 26.370", detalló enfatizando que hubo un mal proceder de los controladores que no asistieron a Micaela, no llamaron a la policía ni activaron los servicios de emergencia correspondientes. “Lamentamos el hecho. Nos capacitamos continuamente para evitar estas situaciones y aún así se actuó mal, lo que derivó en las graves lesiones de Micaela", subrayó.
En cuanto a las consecuencias para los responsables, aclaró que aunque el comercio del municipio es el ente controlador y capacitador, en este caso, no ha habido sanciones disciplinarias ni económicas para los trabajadores o el dueño del boliche. “La justicia ya ha actuado en otros casos, retirando el carnet de controlador a trabajadores, pero en este caso, aún no se han tomado medidas", comentó, sugiriendo que influencias políticas podrían estar obstaculizando el proceso.
Sobre las irregularidades en la salida de emergencia del boliche, que da directamente a la pista de baile, criticó la habilitación comercial que permitió esta situación. “Esto no debería suceder; las salidas de emergencia deben estar por los costados o por detrás. Si ocurre un incidente en la pista de baile, la salida es complicada, lo cual pone en riesgo a todos los asistentes”, explicó.
Bombares también denunció que Maldito Ibiza tiene múltiples falencias, incluyendo la precarización de sus trabajadores y la admisión de menores de edad, y criticó duramente al dueño, Sebastián Ortiz, por su falta de responsabilidad y respeto hacia la comunidad y los trabajadores. “La situación es grave y estamos en la puerta de una tragedia mayor. No podemos esperar a que ocurra algo peor para que la justicia actúe", advirtió.
En cuanto a la salud de Micaela, informó que la joven ha tenido complicaciones con implantes de titanio en su cara, que su cuerpo ha rechazado, lo que ha generado un alto costo médico que su familia ha tenido que asumir vendiendo bienes personales. "El padre ya ha gastado siete millones de pesos en la salud de su hija, mientras que el boliche le ofreció 300 dólares a la familia para que se queden callados lo cual es una burla”, expresó indignado.
Por último, anunció que SUTCAPRA acompañará a la familia Ibarra en una convocatoria en el boliche Maldito Ibiza este viernes y sábado, y todas las veces que sea necesario, reafirmando su compromiso de no dejar sola a la familia en esta lucha.
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