El secretario general del sindicato de peones de taxi, Andrés Rosas, expuso la situación de uno de los sectores más golpeados por la crisis y la falta de controles del Estado, dado que a los magros ingresos, por debajo de la línea de indigencia, se le suma entre un 70 y un 80% de la mano de obra ocupada que está en negro.
Por Radio Universidad hizo un balance del 2020 y dijo que “habíamos arrancado un año con toda la esperanza en la reactivación de la economía y nos encontramos en marzo con una situación totalmente adversa. Los primeros meses hubo que hacer magia para poder llevar el pan a la casa. Ahora la situación ha mejorado un poco, no el 100%, pero a medida que vaya pasando el tiempo va a ir mejorando. Se nota la reactivación porque las fábricas están trabajando, están comenzando las líneas de producción y eso es importante porque el taxi siempre trabajó mucho para las fábricas. El resto de los comercios paulatinamente van abriendo. Los gastronómicos son importantes para la ciudad y la actividad nocturna, porque nuestro sector se complica después de las 11 de la noche, porque no queda nada abierto. Hay choferes que trabajan de noche y tienen una situación más complicada”, manifestó.
Asistencia alimentaria
En esta condición los choferes han requerido de distinto tipo de asistencia del Estado, aunque los controles y las inspecciones siguen en un paréntesis desde hace años. “El Municipio a principios de la pandemia nos dio un subsidio de 10 mil pesos a más de 400 choferes de taxis y remises. Por petición del sindicato fuimos incluidos en el plan PROGRESO del gobierno de la provincia. El primer subsidio fue de 10 mil pesos y este mes los compañeros están optando por un subsidio de 20 mil pesos, no retornable. También recibimos módulos alimentarios de parte de la provincia y del municipio. Si necesitamos módulos alimentarios el municipio siempre nos acerca, porque se complica la economía de todos”, dijo el dirigente.
“Entre taxistas y remiseros somos alrededor de 460 choferes en actividad. Del sindicato hay entre 230 y 250 choferes, que no son propietarios de los vehículos sino que salen a buscar la moneda todos los días, porque el 80% está conducido por peones de taxi”, señaló.
Casi todos en negro
La relación con los dueños no es fácil y se agravó el último tiempo: “Se complica porque tenemos mucha baja de trabajadores registrados. Han dado de baja compañeros y eso les impide tener una obra social y cobrar las asignaciones familiares que paga ANSES. Siempre plantean que es un gasto tener al chofer registrado, pero es lo lógico porque estamos en el siglo XXI y ningún trabajador debe estar fuera de la ley”, subrayó.
Estimó que “un 50% de la totalidad de los que teníamos” fueron dados de baja. “Veníamos avanzando muy bien antes de que nos agarrara la primera pandemia, que fue la del gobierno de Macri, porque antes teníamos un 70% de trabajadores registrados. Después hubo cuatro años en los que tuvimos al Ministerio de Trabajo inactivo y se fue reduciendo la cantidad de trabajadores registrados. Hoy debemos tener un 20 ó 30% registrado a lo sumo. Con los cuatro años de gobierno de Macri, sin Ministerio de Trabajo, se fueron dando de baja muchos compañeros. En el último tiempo se fue renovando el parque de choferes, pero no tenemos trabajadores registrados”, expuso.
En este marco apuntan a que el Concejo Deliberante exija por ordenanza la registración, más allá de la vigencia de la ley de contrato de trabajo en todo el país: “Estamos viendo si se puede cambiar la ordenanza que regula la actividad, para que cada trabajador se registre como corresponde, y empezar a trabajar con el Ministerio de Trabajo, para que empiece a hacer inspecciones. Nosotros entendemos que estamos en época de pandemia, que ha bajado el trabajo, pero necesitamos que los trabajadores estén registrados para tener una obra social para el grupo familiar y cobrar el salario, porque son entre 4 y 5 mil pesos por hijo. Es un número importante que el gobierno nacional aporta a los trabajadores registrados”, sostuvo.
Ya hubo contactos con el ministro Romero y “hay un compromiso para ir trabajando de a poco sobre el sector. Tampoco lo vamos a solucionar de un día para otro, porque con la parte patronal el diálogo está cortado. Tenemos que trabajar para poder sentarnos en una mesa y que los trabajadores nuevamente vayan entrando al sistema”, fijó como meta. De acceder el Concejo Deliberante a la modificación, se incluiría un artículo específico que determine “cómo se debe contratar un trabajador, para que establezcan que se puede explotar el servicio con un trabajador bajo relación de dependencia. La ley de contrato de trabajo es aplicable en todos los ámbitos”, recordó Rosas.
Respecto de la relación con remiseros, aseguró que se prioriza la paz social a la competencia entre unos y otros por los pasajeros. “Nosotros le pedimos siempre a nuestros compañeros que mantengan la paz social y la convivencia, porque el chofer de remise es un trabajador más que sale a buscar el pan todos los días, y al enfrentarnos entre nosotros lo único que hacemos es perjudicarnos. El patrón exige que uno lleve la moneda así que pedimos que se mantenga la paz social”, dijo.
Ingresos de indigencia
Consultado puntualmente acerca de cuánto está ganando un chofer actualmente, explicó que “se llevan entre un 30 y un 35% de la recaudación. Es un porcentaje bajo, si bien el patrón se tiene que hacer cargo del combustible, la frecuencia y un montón de gastos para tener el auto en funcionamiento; pero al chofer siempre se le saca una moneda para compartir los gastos del gas, del lavadero, así que se está llevando un 30 ó 35% todos los días”.
“La recaudación estos años bajó muchísimo y un chofer está llevando a la casa 15, 18 ó 20 mil pesos mensualmente en el mejor de los casos. Son 500 ó 600 pesos por día que se lleva un chofer como promedio. Estamos muy por debajo de la línea de pobreza, y directamente estamos bajo la línea de indigencia. Gran porcentaje de los choferes tienen que alquilar y los alquileres están entre 18 y 20 mil pesos, es decir que prácticamente trabajan para pagar el alquiler. Muchos compañeros aparte del taxi tienen otros laburos, hacen changas, trabajan en la construcción y están buscando la manera de llevar un peso más al hogar. Los turnos son de 12 horas por día, porque más de eso no se puede trabajar, pero algunos aprovechan a laburar un poquito más cuando tienen el auto”, advirtió.
Finalmente el dirigente apostó a “la reactivación, porque las fábricas están ampliando las líneas, se van abriendo comercios, y confiamos en terminar mejor el año y comenzar uno nuevo con otra energía para seguir adelante”.
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