Cuando se desató el reclamo, desde el gremio de la construcción señalaron también que “ya deberían estar trabajando unos 100 obreros pero incorporaron solo a 15. En el obrador no hay comedor, vestuarios, transporte, ni condiciones laborales”; finalmente en medio del paro hubo un contacto entre las partes y el conflicto pudo destrabarse.

“Tomamos una determinación como sindicato, porque tenemos una bolsa de trabajo en el gremio -según lo indica nuestro convenio colectivo de trabajo donde se dice que la empresa que viene tiene que ocupar personal de esa bolsa de trabajo- pero nosotros nos hicimos presentes en la empresa, con una lista para proponerlos como parte de esa bolsa de trabajo, pero esta empresa quiere desconocerla”, señaló el titular del gremio de la construcción, Julio Ramírez, cuando se iniciaba el paro.

Después relataba que desde la empresa “nosotros les mandamos un listado con gente; como oficiales albañiles, carpinteros, ayudantes; porque tenemos esos compañeros con esas especialidades. Pero finalmente no incorporaron a nadie de esa gente que les propusimos. Les hicieron una entrevista, pero dicen que no reúnen el perfil de gente que buscan”.

Ramírez contó que entonces les preguntó “qué tipo de gente buscaban y no nos respondieron. Ya sabemos, lo que quieren hacer es tener a la gente esclavizada, pero nosotros tenemos un sindicato que no va a permitir que eso pase”, advirtió el sindicalista en ese momento.

El secretario General dijo que “entonces tomamos la determinación de parar la obra y decirle a la empresa que nosotros tenemos esta bolsa de trabajo, que tenemos compañeros que están esperando ocuparse, que son mano de obra local y que los tienen que incorporar. Además estamos reclamando un comedor, para que los compañeros coman dignamente y con un horno para que la gente pueda calentar su comida”, remarcó.

En el mismo sentido mencionó que reclaman “también un transporte, para que los lleven y los traigan desde su domicilio o desde un lugar determinado. Estamos reclamando baños, agua potable, dispenser para tomar agua y agua caliente para que se puedan hacer un mate -porque tiene los recesos correspondientes- pero de todas estas cosas no hay nada”, puntualizó.

Contó incluso que “esta empresa vino y empezó la obra, aunque en realidad ya tendrían que tener por lo menos 100 compañeros ocupados porque tienen los hierros, ya recibieron plata, y sin embargo tienen 15 trabajadores que tomaron ellos y no se avanza con los trabajos”.

Finalmente, el viernes mismo, se destrabó el conflicto mediante un contacto entre el secretario General de la UOCRA y los responsables de la empresa CEOSA, acordando tomar como referencia la bolsa de trabajo del gremio para las incorporaciones que se hagan en la obra; situación que se da en todos los casos respondiendo a lo indicado en el convenio colectivo de trabajo.