"Usamos la palabra pandemia para que toda la población tenga un entendimiento más o menos homogéneo de los riesgos que representa una enfermedad que está presente en varios países. La OMS no declara oficialmente una 'pandemia' en los instrumentos jurídicos. En cambio, la OMS determina si se está produciendo una "Emergencia de Salud Pública de importancia Internacional", explicó Ciro Ugarte, director de Emergencias en Salud de la OPS.
Además, Ugarte recordó que -desde marzo de 2020- el Comité se reúne cada tres meses "para revisar la situación y si se siguen cumpliendo los criterios de una emergencia de salud pública", y señaló que el próximo encuentro "será en octubre". También indicó que, más allá de lo que se resuelva, "claramente el virus sigue circulando y es responsabilidad de todos continuar con las medidas de prevención para reducir el riesgo de transmisión".
Pero más allá del rótulo, el debate se centra en cómo caracterizar el momento en el que estamos y las acciones que hay que tomar. En ese sentido, el investigador español José Luis Jiménez aseguró a Télam que "la pandemia no ha terminado, siguen habiendo millones de infecciones cada día, miles de muertes y nuevas variantes que van emergiendo, y una parte muy importante de la población sigue sin vacunarse porque no han llegado las vacunas a algunos países; en ese contexto es increíble que se ignore el coronavirus".
"Todo esto hace que puedan aparecen nuevas variantes que sean peores de las que surgieron hasta ahora; es un virus que sigue siendo grave y que tiene dos fases: la aguda y la crónica, que sigue provocando enfermedad durante meses y no sabemos cómo impactará en el largo plazo", señaló Jiménez, profesor de la Universidad de Colorado, Estados Unidos, y referente mundial sobre transmisión por aerosoles del SARS-CoV-2.
Para Jiménez, "sigue siendo una buena idea protegerse de la transmisión porque, aunque uno esté vacunado, eso sólo reduce la posibilidad de tener una enfermedad grave".
El jueves pasado, en la asamblea de la ONU, Tri Tharyat de Indonesia y Loyce Pace de Estados Unidos -copresidentes del grupo que asesora a la OMS sobre vacunas, pruebas y tratamientos de Covid-19- aseguraron que "si bien se están logrando avances, la amenaza global de Covid-19 está lejos de terminar, en particular, para las personas de grupos de riesgo en países de bajos ingresos".
Según los datos más recientes de Global Covid Access Tracker, una cuarta parte de las personas más vulnerables a nivel mundial todavía necesita una serie primaria de vacunación contra el Covid-19 (24% de las personas mayores y 26% de los trabajadores de la salud); en tanto que las tasas de vacunación en los países de ingresos bajos se sitúan en 19%, en comparación con casi 75% en los de ingresos altos
"Lo que vemos es que continúan apareciendo variantes que acumulan múltiples mutaciones en los sitios clave donde nuestros anticuerpos las pueden reconocer para evitar la infección; en los últimos dos meses aparecieron variantes (BA.2.75.2, BQ.1.1 y BU.1) que están siendo miradas con preocupación por especialistas", sostuvo el bioinformático de la Universidad Nacional de Córdoba (UNC) e investigador del Conicet, Rodrigo Quiroga.
Asimismo, señaló que esas variantes "podrían ocasionar importantes olas en el corto plazo; y los casos y hospitalizaciones ya parecen estar aumentando en países como el Reino Unido".
"En Argentina, esa ola podría llegar hacia fin de año y, aunque la situación no va a parecerse en nada a 2020, es difícil predecir el impacto en internaciones y fallecimientos. Los datos indican que, en el peor de los casos, podríamos tener una situación parecida a la de enero de 2022 con la primera ola de Ómicron, que dejó aproximadamente unos 15 mil fallecidos en el país", apuntó.
En este contexto, Quiroga destacó medidas que podrían mitigar el impacto: "Es importante que los mayores de 50 que tengan 3 o menos dosis se coloquen una nueva dosis refuerzo, idealmente dentro del próximo mes. En esta población, una cuarta dosis disminuye mucho (50-80%) la mortalidad en comparación a tener 3 dosis".
"También sería fundamental implementar las mejoras en ventilación, no sólo para prevenir la Covid-19, sino todas las enfermedades causadas por virus respiratorios; y, por último, si finalmente ocurre este aumento de contagios, podría ser importante retomar el uso de barbijos en espacios cerrados", añadió.
Esta semana, el Ministerio de Salud eliminó en una resolución "el carácter obligatorio del uso del barbijo en la población general", no obstante sostuvo las recomendaciones de cuidado durante momentos de alta circulación tanto de SARS-CoV-2 como de otros virus respiratorios.
Entre ellas, mencionó asegurar la ventilación de los ambientes, mantener la higiene frecuente de manos, usar en forma adecuada el barbijo en espacios cerrados (ámbitos laborales, educativos, sociales y el transporte público), y -ante la presencia de síntomas- evitar el contacto con otras personas y la asistencia a actividades.
Desde el inicio de la campaña nacional hasta el 6 de septiembre, la vacunación contra el Covid-19 en Argentina alcanzó una cobertura del 82,5% en población general y 81,7% en mayores de 3 años.
Compartinos tu opinión