Cómo ustedes saben, pasamos un fin de semana XXL de Carnaval inolvidable en Ushuaia, con un vuelo de ida conseguido a mitad de precio (y la vuelta gratis).
Hoy les contaremos cómo hicimos para llegar a los pies del Glaciar L’Martial por nuestra cuenta.
Comenzamos el día caminando desde nuestro alojamiento hasta el cartel de Ushuaia.
Aparentaba ser un día soleado, con algunos grados extra, pero como suele suceder por estas latitudes, se nubló de golpe, y comenzó a lloviznar.
Pasamos por el puerto de Ushuaia, Puerto Williams,
Y una enorme cantidad de casas de excursiones en una plazoleta sobre la izquierda de ese cartel.
El sol salió de golpe, y elevó varios grados la temperatura. Así, que en medio segundo decidimos subir al Glaciar L’Martial.
Llevábamos termo completo de agua caliente, mate, yerba, galletitas, algún snack, y muchas ganas. Obviamente ropa para el clima frío y ventoso y calzado apropiados, fundamental que sea de Trekking. Zapatillas se puede, pero arriesgas a un resbalón.
Ayudó muchísimo un taxi parado frente nuestro, con una chica bajando. Subimos, y el chofer nos aseguró que el precio se maneja por taxímetro, perfecto. Bajada de bandera AR$ 340 y arrancamos. El costo final, fue de AR$ 1.836 y pagamos con Mercado Pago
Así, bajamos del taxi y unos pasos más adelante, estaba el ingreso al sendero.
Acá hay dos alternativas para subir. La subida tipo caracol, la de la derecha, haciendo eses, tranquila, pero parando cada tanto para sacar fotos (y respirar normal), y la otra, la de la izquierda, la ancha, la de la bajada de ski que tal vez sea un poco más empinada pero bien directa.
Luego de unos 40 minutos de caminata, llegás a la unión con el otro camino más ancho, donde comienza la pista de ski, y donde están los edificios de madera en donde en otra época funcionó la aerosilla, hoy inexistente.
Seguimos por el mismo camino, y unos cientos de metros mas llegás a un playón con tres asientos largos, en donde podés admirar el glaciar.
Hasta acá, se puede llegar en forma relativamente sencilla, y vale la pena hacerlo.
Pero para el avezado, el que se anime, el que no tenga vértigo (yo tengo) y esté en cierta forma física, se puede seguir subiendo. El cartel indica 1700 metros extra, en subida, y con nivel de dificultad DIFÍCIL.
Desde acá, unos 300 metros por un sendero “normal”, luego se cruza un puente de madera, y comienza la subida un poco más dura. Ojo, podés ir por el sendero, que es tipo caracol y relativamente suave, o a través, que no recomiendo.
Luego, el mismo camino te va llevando, hasta que llegás a un cartel que reza FIN DE SENDA.
Acá, hay que seguir un poco más, unos 50 metros, hasta una rotondita que se ve en la imagen, y ahí ya se comienza a ver el glaciar.
Debemos decir que el regreso fue infinitamente más sencillo, pero no por eso deberás tener menos cuidado. Calzado bien atado y ojo con las piedras sueltas y los resbalones.
Al llegar hasta el playón al lado de la vieja llegada de Aerosillas, elegimos para el descenso la bajada ancha, la de la pista de ski.
Finalmente, llegamos a la base, donde está la casita para tomar el te. Verdaderamente eran las 18 y ya queríamos estar en el pueblo, así que tomamos otro taxi hasta el Hard Rock Café de Ushuaia, que nos salíó AR$ 1.764, que pagamos con transferencia de dinero en cuenta.
Como se ve en las imágenes de taxi de ida y taxi de vuelta, la excursión duró desde las 14 hs hasta las 18 hs, un total de 4 horas, donde habremos usado dos horas para subir, y una hora para bajar, habiendo estado arriba o deteniéndonos en el camino alrededor de una hora.
Total caminado, algo más de 9 kilómetros.
Dicho de acá, no parece difícil, pero si costó, por lo que, si estás en estado, te aconsejo sobremanera esta caminata que fue verdaderamente genial.
Compartinos tu opinión