¿Cuáles son los mitos más populares sobre el Veganismo?
Mito 1: las dietas veganas no aportan suficientes nutrientes
La preocupación por la falta de ciertos nutrientes, como la vitamina B12, el hierro y el calcio, es frecuente en las dietas veganas. Sin embargo, es posible cubrir la cuota de nutrientes necesaria planificando una dieta equilibrada y, en algunos casos, complementando con suplementos de ser necesario. Se sabe que entre los veganos, lo más común es sufrir deficiencia de B12, por lo que es fundamental que quienes tienen bajo nivel de esta vitamina, tomen suplementos.
De hecho, un estudio de Oxfordmuestra que los veganos tienen niveles más altos de vitamina B9 en sus organismos que las personas que comen productos animales, por ejemplo. Además, los veganos tienden a comer más fibras, lo cual es increíblemente importante para reducir los niveles de azúcar en la sangre, prevenir enfermedades crónicas, reducir el riesgo de cáncer colorrectal e incluso disminuir el colesterol.
Muchas personas que eligen seguir este estilo de vida también se enfrentan al desafío de obtener suficiente proteína. Sin embargo, es totalmente posible obtener proteínas de alta calidad a través de fuentes vegetales como legumbres, nueces, semillas y productos a base de soja.
Mito 2: ser vegano es sinónimo de ser saludable
No necesariamente quien lleva una dieta vegana está comiendo saludable, ya que si no se planifican correctamente las comidas suelen consumir muchos alimentos ultraprocesados, que pueden ser altos en sodio y conservantes. Además, muchas veces se cae en un excesivo consumo de carbohidratos, si no se explora en las distintas opciones disponibles que ofrece la cocina vegana.
Otro de los problemas de quienes comen vegano, y en general de la alimentación saludable, es obsesionarse con un alimento y consumirlo en grandes cantidades porque “es bueno”. Un ejemplo es la quinoa, que suele comerse en grandes cantidades por la proteína que contiene. En realidad, no aporta grandes cantidades de proteína y es importante saber que es además un carbohidrato. Si se consume, se recomienda mezclarla con legumbres, tofu, verduras frescas, para obtener una comida más completa.
Mito 3: no se puede obtener suficiente calcio sin lácteos
Existen muchos alimentos vegetales que tienen una importante presencia de calcio: almendras, garbanzos, semillas de sésamo, tofu, lechuga, rúcula, perejil, col, higos secos. Los lácteos vegetales tienen beneficios diferentes a los de origen animal, ya que están hechos a base de ingredientes naturales y buscan conservar todos sus nutrientes. Incluso, algunos contienen probióticos que ayudan a mantener una flora intestinal activa y a reforzar el sistema inmunológico.
La bebida vegetal de almendras es una de las protagonistas en lo que refiere a la alimentación vegana, y se vuelve cada vez más popular. No sólo es rica nutricionalmente, sino que también tiene menos calorías que la leche de origen animal, e incluso más proteína. Además, la poca cantidad de grasa que tiene la leche de almendra es grasa saludable insaturada.
Lo importante en los productos a base de almendras es que se utilicen ingredientes naturales.
Mito 4: cocinar vegano es aburrido y difícil
Se puede aprender a cocinar rico y fácil una vez que se conoce cómo usar cada reemplazo de la cocina tradicional: cómo reemplazar el huevo, los lácteos, queso y demás alimentos de origen animal. Es importante reconocer que el reino vegetal ofrece una gran variedad de alimentos a integrar en el menú semanal y que permiten obtener los nutrientes necesarios para estar saludables.
Un consejo es que no sólo importa tener a mano variedad de alimentos, sino también incursionar en distintas técnicas de cocción, combinación de ingredientes y sabores, y animarse a probar cosas nuevas.
Mito 5: ser vegano es más costoso
Comer vegano no es sinónimo de tener que comprar productos procesados que simulan ser carne o sustitutos de queso "gourmet". Siguiendo este patrón, ser vegano sí puede ser costoso. Las verduras y los granos son mucho más baratos que la carne y los productos lácteos.
Tips
- Planear conscientemente la dieta, anticipar el menú semanal y las distintas comidas que se prepararán.
- Aprovechar las frutas y verduras de temporada, además de visitar los mercados locales en busca de propuestas frescas y saludables.
- Congelar las sobras para usarlas en sopas y batidos.
- Comprar alimentos a granel (especialmente los secos, como arroz, almendras, granos).
- Cocinar desde cero en lugar de comprar alimentos procesados.
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