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Interes General

Hoy se cumplen 38 años del asesinato de Florencia Angélica Rojas Gutiérrez

En una entrevista exclusiva con Minuto Fueguino, María Rufina Rojas, una de las hermanas de la maestra, quien recordó el trágico suceso y reiteraron el pedido de justicia por lo ocurrido el 13 de diciembre de 1982.Durante este domingo ella junto a su amiga Nelly se acercaron a dejar una ofrenda floral en Av. San Martin a metros de calle Espora en donde se encuentra un mural con el rostro de la mujer asesinada.

“Mi hermana era la última de la familia, por eso era muy amada por nosotros sus hermanos mayores. Ella tenía una particularidad, era muy empática con todo lo que sucedía a su alrededor”, recordó María.

Oriundos de Catamarca, los hermanos Rojas, se instalaron en diversas partes del pais, entre ellas, la ciudad de Río Grande, lugar donde se trasladó Angélica para trabajar como docente. “Cuando se recibió de maestra de actividades prácticas estaba trabajando en Caleta Olivia, donde vivía una de mis hermanas, con el tiempo se quedó sin trabajo porque estaba haciendo una suplencia y se vino para Río Grande y vivió por un tiempo conmigo”, continúo relatando.

El 13 de diciembre de 1982, “Lita” como le decían sus conocidos, fue asesinada cuando se encontraba paseando en auto con sus amigas en el centro de la ciudad. “Llega las vacaciones y decide irse al norte, tenía el pasaje para más o menos el 15 de diciembre. Acá tenía a su amiga Nely Gómez, ella la invitó a tomar algo al Hotel Ibarra que se estaba inaugurando. Estuvieron ahí, después salieron a dar una vuelta en el auto junto a otra amiga como despedida de cierre de año”.

“Dimos vuelta por San Martin, y cuando llegamos a Fagneano, por la farmacia, empezaron a tirar no dieron ninguna voz de alto. (..) El primer balazo pasó sobre mi cabeza, les dije a las chicas que se tiren, ellas no tuvieron tiempo de nada”.Nely Gómez (Medio: Noticias – Rio Grande- publicación del día martes 14 de diciembre de 1982)

“Lita dice “no me siento bien, me quiero bajar”, mi hermana iba detrás del conductor. Estira su mano y ven que tenía húmedo, ahí dieron cuenta que estaba herida. Murió a las pocas horas en el hospital de la ciudad”, añadió María.

Para ese entonces, el Batallón estaba a cargo del capitán Carlos Hugo Robacio, contraalmirante naval destacado por su activa participación en el BIM 5, asignado a la defensa de las principales alturas que circundan a Puerto Argentino. Por su carrera como militar, hoy su figura es destacada por funcionarios y ex combatientes que estuvieron al comando del mismo.

Tras conocerse el lamentable deceso, Vecinos e integrantes de diversos sectores de la vida activa de Río Grande, marcharon por justicia y se reunieron en el salón de la Casa Radical con la finalidad de exteriorizar el repudio por el triste hecho ocurrido.

“En un marco de dolor e indignación ante el irreparable suceso, la comunidad local, comentó de diverso tono el episodio. Fue así que a medida que avanzaba la mañana, comenzó a vivirse un clima de tensión. (..) La primera manifestación de pesar llegó precisamente del gremio docente al que pertenecía la joven muerta en tan trágicas circunstancias”.(Noticias – Rio Grande- martes 14 de diciembre de 1982)

¿A quién quieren condenar?

De manera contrapuesta al reclamo efectuado por un centenar de vecinos, el cuerpo directivo del BIM 5 realizó una conferencia de prensa con la lectura de un breve documento titulado “Que pretenden”. Los dichos se difundieron de la siguiente manera en el medio local:

“Adelantamos que el capitán Robacio inicio la misma dando lectura a un breve documento (..) entre cuyos términos incluyó los siguientes: Por que no separar de un accidente desgraciado que nos duele más que los muertos de las Malvinas. La verdad. - olvidan acaso que un conscripto no es un ciudadano igual que la ciudadanía de Río Grande ¿A quién quieren condenar?”

“Nos acompañó la hermana Inés de la Parroquia Virgen del Carmen donde la velaron, porque mi hermana era catequista, aparte de trabajar en la escuela n°8. Los vecinos juntaron dinero y la trasladaron en avión de la gobernación a Buenos Aires y de ahí hasta Catamarca, con la familia nos fuimos en aerolíneas. Ella ahora descansa en el cementerio del pueblo”, agregó a su relato María.

El pedido de disculpas de Robacio y una causa que nunca se resolvió

Según el relato de los militares a la familia, a Florencia y a sus amigas las habrían confundido con alguien que había pasado momentos previos por el casino de suboficiales y habría proferido insultos contra las fuerzas armadas. Al momento de dar explicaciones sobre lo sucedido, el capitán Robacio manifestó que se trató de un “accidente”, y dio una insólita opción a la familia para remediarlo.

“Vino a mi casa el Capitán Robacio a contar lo sucedido, estaban conmigo mis dos hermanas que vinieron del norte y mi primo que vino de Río Gallegos. Dijo que ellos estaban celebrando porque también ya se iban; que estaban pasados de copas. Comentó que pasaba un auto blanco que insultaba al chico que estaba de guardia, este le preguntó qué hacía si pasaba de vuelta, y él le contestó que tire a matar. Entonces yo le dije, pero no, ¿cómo le va a decir eso?, tírele a las cubiertas para detenerlo, pero no así, y contestó “y bueno, lo hecho ya está”. En ese momento me retire, no podía creer lo que decía”.

Y agregó “en un momento me preguntó que castigo le debían dar al muchacho que mató a Lita, fue como que yo le tenía que decir que castigo le debían dar. Le dije que a mí no me correspondía dar ningún castigo, que si tuviera que elegir algo era que me devuelvan a mi hermana viva”.

“Vino esa noche el con dos militares más, había un taquígrafo y uno que escribía a máquina. Es decir que ellos tienen todo documentado, tal vez no esté con las mismas palabras que digo ahora, pero de eso me acuerdo, seguramente debe estar registrada esa charla en el BIM, en algún lugar”, se esperanzó nuevamente María.

“Durante años se intentó tapar su historia o plantear que fue un simple exceso, pero esa decisión no sólo estaba apañada por las altas cúpulas militares de la ciudad, sino que los responsables materiales e ideológicos de este tipo de acciones fueron protegidos”, manifestó la familia Rojas, en una carta que se publicó el 24 de marzo pasado, al cumplirse una nueva conmemoración por el Día Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia.

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