Por primera vez en la historia, un avión Airbus A340 aterrizó en la Antártida. Se trata de una aeronave de HiFly, una empresa con sede en Portugal que se especializa en alquileres tanto de aviones como de tripulación aérea.

El avión fue encargado por Wolf's Fang, un nuevo campamento de aventuras de lujo en el continente más austral del mundo, y transportó suministros necesarios al complejo. Wolf's Fang es un nuevo proyecto de la empresa de turismo de alta gama en la Antártida "White Desert".

La tripulación del HiFly 801 estuvo dirigida por el Capitán Carlos Mirpuri, quien también es vicepresidente de HiFly. Cada vuelo tomó entre cinco y cinco horas y media, y el equipo pasó menos de tres horas en tierra en la Antártida, cubriendo 2.500 millas náuticas.

La pista de hielo azul en la propiedad de Wolf's Fang está designada como aeropuerto de nivel C, a pesar de que técnicamente no es un aeropuerto. Eso significa que solo la tripulación altamente especializada puede volar allí debido a las difíciles condiciones.

"El ranurado se realiza a lo largo de la pista con un equipo especial, y después de limpiar y tallar obtenemos un coeficiente de frenado adecuado; la pista tiene 3.000 metros de largo, aterrizar y detener un A340 tan pesado en ese aeródromo no sería un problema".

Aunque el hielo azul es hermoso, también puede ser preocupante para los pilotos debido a su resplandor.

Mipuri agregó: "El reflejo es tremendo, y las gafas adecuadas lo ayudan a ajustar sus ojos entre la vista exterior y la instrumentación. El piloto que no vuela tiene un papel importante en hacer las llamadas habituales y adicionales, especialmente en las últimas etapas de la aproximación. . "

El primer vuelo registrado a la Antártida fue un monoplano Lockheed Vega 1 en 1928, pilotado por George Hubert Wilkins, un piloto y explorador militar australiano. Despegó de la isla Deception en las islas Shetland del Sur. El proyecto fue financiado por William Randolph Hearst, el rico magnate editorial estadounidense.

Vuelos exploratorios cortos como estos fueron la forma en que los científicos y los cartógrafos obtuvieron información vital sobre la topografía de la Antártida.

Hasta el día de hoy, no hay aeropuerto en el Continente Blanco, pero hay 50 pistas de aterrizaje y pistas de aterrizaje.

Australia y Sudáfrica son solo dos de las potencias mundiales con intereses en la Antártida.

Como señala el sitio web de aviación Simple Flying, la estación de investigación antártica rusa organizó media docena de vuelos de prueba a su pista de hielo azul de 3.000 pies entre 2019 y 2020. También se llevaron a cabo con aviones de fuselaje ancho.

Dado que la gran mayoría de las personas llegan al Continente Blanco en barco, ver el aterrizaje del A340 en una pista de hielo es ciertamente dramático, y significa que probablemente habrá más aterrizajes de este tipo en el futuro.