Por Radio Universidad, recordó que en 2018 el aumento fue del 5%, “más allá de la corrección de las asignaciones familiares. En el mes de agosto hicimos una presentación para pedir una actualización salarial y esperábamos tener respuesta en el corto plazo, pero no fue así”.
Fracasadas las negociaciones con el Superior Tribunal, se informó de las medidas de fuerza del sindicato: “El martes vamos a hacer asambleas a la mañana, previo al paro del miércoles, que es sin asistencia al lugar de trabajo. El jueves retomamos con retención de tareas y esto se va a llevar adelante mientras no tengamos una respuesta como la que se merecen los judiciales, que es una acordada o resolución donde digan cuál es la pauta salarial que se puede acordar”, sostuvo.
La pretensión ronda el 30% de aumento, dado que un ingresante cobra “entre 27 y 30 mil pesos” como salario promedio y quieren llevarlo a una canasta básica que “para nosotros es de 40 mil pesos”, dijo Bechis.
“Los ingresantes representan una masa importante del total, porque la pirámide se ha invertido en la justicia y hoy tenemos entre un 30 y 40% de los empleados en la categoría de ingresante. Son 643 en total, entre empleados y funcionarios judiciales. De ese total 430 son empleados y casi el 40% son ingresantes”, detalló, si bien el aumento deberá extenderse a todas las categorías.
Negó que en la justicia los sueldos sean altos como se publicita y, los que superan los 300 mil pesos “son el 5% de la planta del poder judicial, e incluyen casi un 70% que corresponde a la antigüedad”.
“Hoy en día tanto los jueces de la provincia como los empleados están muy por debajo del salario que tienen los federales”, aseguró, estimando un desfasaje “del 40%”.
“Ellos percibieron un 20% de aumento salarial en lo que va del año y el año pasado tuvieron un 10% más que nosotros. Antes un juez provincial cobraba igual que un federal, pero hoy no es así, es un 40% menos, y con los trabajadores pasa lo mismo”, comparó.
Lo atribuyó a la falta de acompañamiento que tuvo hasta ahora el sindicato para presionar mediante medidas de fuerza, por lo que espera ahora una adhesión importante al paro. “Si hacemos un paro y no está el acompañamiento esperado, no tenemos la fuerza para discutir un aumento”, advirtió.
Para fin de año esperan que “el salario del ingresante sea equivalente a la canasta familiar de la provincia, que es de 40 mil pesos para una familia tipo. El año que viene vamos a tener que pedir el 100% para poder actualizar el salario con la inflación porque, si comparamos el salario con lo que pasó con el dólar, se depreció casi en un 80%. Vamos a seguir con las medidas de fuerza y veremos qué acompañamiento tiene el gremio para continuar la lucha”, concluyó Bechis.
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